Jorge Sampaoli afrontará hoy su gran "obsesión" como técnico, un Fútbol Club Barcelona al que admira desde la época de Pep Guardiola. Un rival al que el de Casilda considera el mejor equipo del Mundo desde hace bastante tiempo, pero que ahora, sin embargo, "es distinto" al que le enamoró en su día. Y es que el Barça de Luis Enrique es tan igual como diferente al de Pep, rayando, pese a los matices, a un nivel muy superior. Un conjunto al que el asturiano ha convertido en bastante más directo que su antecesor, a pesar de seguir siendo la posesión la principal seña de identidad azulgrana. Y es que el actual Barcelona elude las combinaciones eternas, pero no las triangulaciones. Una idea en la que lo fundamental es no estirar el equipo en exceso, siendo especialmente determinante los movimientos sin balón a la hora de defender. ¿El objetivo? No facilitar el contraataque rival.
Con laterales de mucho recorrido, los interiores rompen al ataque a la vez que guardan los espacios dejados atrás, mientras que Busquets, más retrasado en el centro, es el encargado de mantener el equilibrio azulgrana. Arriba, mucha pegada, siendo Leo Messi la principal referencia junto a Luis Suárez y Neymar, quien, al igual que Rafinha, se perderá el partido al estar concentrado con Brasil en los Juegos Olímpicos de Río. Una lucha, hoy en Nervión, por el dominio de la pelota y el control del partido.
Alejandro Sáez2 min lectura