El entrenador del
Espanyol,
Quique Sánchez Flores, ha advertido este viernes que el estreno liguero de mañana en el
Sánchez Pizjuán "será complicado" y "que nadie espere un
Sevilla débil" después de su derrota en la
Supercopa contra el
Barcelona.
El técnico blanquiazul ha recordado que el rival "es un equipo en construcción", aunque no por ello baja la guardia. "Sampaoli es un entrenador de autor, que pone mucha intensidad y que insiste en la presión tras la pérdida. Rápidamente sabe poner su sello. Jugamos ante uno de los mejores de
España", ha asegurado.
El preparador ha destacado la motivación del grupo ante esta temporada. "El vestuario logra emocionarme, quiere olvidar lo que ocurrió la campaña pasada. Tiene las ideas muy claras, están comprometidos y seguros, con deseos de hacer sentir a la afición que todos están trabajando para la misma causa", ha comentado.
A nivel personal, ha explicado que está feliz: "Venía con la idea de que era uno de los grandes clubes históricos de la
Liga. La gente tiene ganas de despertar. Hay que devolver al
Espanyol al lugar que le corresponde".
Respecto a las posibles incorporaciones para la plantilla, el técnico ha mantenido que restan posiciones por apuntalar. "Nos faltan piezas en el centro del campo y en la defensa para tener más competencia. Seguimos trabajando para mejorar el equipo. Arriba estamos bien, aunque no descarto reforzar la delantera", ha apuntado.
"
Chen trabaja muy duro para cambiar las cosas de verdad", ha insistido, en alusión al esfuerzo en fichajes del nuevo presidente, que ha realizado una inversión millonaria en el club.
Por otra parte,
Quique Sánchez Flores ha desvelado que "nunca" se le ha pasado por la cabeza "no contar con
Salva Sevilla". Por eso no le ha comunicado nada al centrocampista andaluz respecto a una posible marcha de la entidad catalana. "En el
Espanyol están los que realmente han querido estar", ha agregado.
El futuro del portero
Pau López, ya que el club catalán mantiene negociaciones con el
Tottenham para su posible salida, ha sido calificado por el entrenador como una situación "complicada". "Esperaremos a ver qué pasa, pero no habrá distracciones", ha dicho.