Roque Mesa ha protagonizado uno de los culebrones del verano y se ha erigido en la principal frustración nervionense en el mercado de fichajes, pues, pese a la insistencia y fuerte apuesta por él, no ha podido hacerse con sus servicios, lo que intentó hasta última hora de la ventana de transferencia con una propuesta en el ocaso.
La diferencia económica fue el primordial obstáculo en primer lugar pero luego, más adelante, merced a la subida blanquirroja, se alcanzó un acuerdo cercano a los 10 millones solicitados por Las Palmas, pero una vez que las dos partes se entendieron, con el pacto a punto de firmarse, el presidente isleño dio marcha atrás alegando razones ajenas a lo financiero pero que no llegó a aclarar. Una vez cerrado el mercado, Miguel Ángel Ramírez ha revelado dicha razón. "El viernes 15 de julio me reuní con el presidente del Sevilla en Madrid y dejamos el tema prácticamente cerrado y luego, por la tarde, llegamos a un principio de acuerdo. Estaba todo acordado, pues, entre el fijo y el variable, el Sevilla sí llegó a lo que solicitábamos. Pero luego pasó algo que la gente no sabe…", explicó el mandatario, que prosiguió: "El sábado por la mañana me llamaron desde la dirección deportiva de Las Palmas y me comunicaron que Javi Castellano no iba bien. También estaba lo de Hernán, con problemas igualmente. ¡Precisamente, los dos jugadores de la misma zona que Roque Mesa! Tenía que tomar una decisión y primó poner en valor la competitividad de la plantilla y no el dinero que podíamos ganar".