Opinión

Corazón granota y piel blanquirroja

Corazón granota y piel blanquirroja
- Carlos Pérez (@CarlosPerezED)
Carlos PérezCarlos Pérez2 min lectura
"Iborra es carne de Premier League", han repetido cansinamente desde su entorno durante los últimos años, al comprobar cómo sus prestaciones atraen cada 15 días al Sánchez Pizjuán a varios ojeadores ingleses. El valenciano, de corazón granota y piel blanquirroja, nunca ha aceptado irse, ni por todo el dinero del mundo. Entiende que no hay mejor lugar para su familia que Sevilla y que en Nervión, como cada temporada, acabará siendo importante.

Si atendemos a su versatilidad, no es de extrañar. Ha jugado como central, de ´5´, de ´6´, de ´8´, de ´10´ y hasta de delantero centro, posición en la que actuaba en sus inicios. Es decir, en toda la columna vertebral de un equipo. Consciente de sus limitaciones -le falta conducción, por ejemplo-, ha desarrollado una importante capacidad para entender qué quiere el entrenador de él en cada momento, ha mejorado notablemente su técnica y, pese a no ser rápido, dota de velocidad al juego con su buen primer toque, teniendo en la cabeza, además, un tercer pie con el que ha asistido y marcado goles importantes.

Iborra es un peso pesado en un vestuario desposeído de liderazgo, alguien que de verdad lo siente. Tiene esa cosa que, incluso para el mejor director deportivo del planeta, resulta muy complicado de encontrar. Y nunca deja de trabajar. Y siempre suma, como sumaban David Castedo, Pablo Alfaro, Pep Martí o Coke Andújar. Él llegó sin hacer ruido, justo antes de cerrar un mercado, y no merecía irse del mismo modo. Su mejora de contrato es más que merecida.
Unete a nuestro canal de Whatsapp Únete a nuestro canal de Telegram