Expertos en derbis

Sevilla y Betis han preparado con ahínco el duelo cainita de hoy en el Sánchez Pizjuán, al que ambas entidades han bautizado como el Gran Derbi; un partido de máxima rivalidad en el que se estrenarán en los banquillos Jorge Sampaoli, quien además disputará su primer derbi en Europa, y Gustavo Poyet, a quien no se le dieron nada mal los clásicos en Inglaterra y Grecia. Dos debutantes en el duelo hispalense que, sin embargo, son auténticos expertos en este tipo de partidos, acumulando a sus espaldas más de medio centenar de encuentros de máxima rivalidad entre ambos.

Especialmente experimentado en estas lides está el argentino, debido en gran manera a la pasión con la que se vive el deporte rey en Sudamérica, donde los clásicos -como allí suele denominarse a los derbis- son muchos más habituales que en España, otorgándole dicho apelativo a ciertos encuentros que aquí, quizá, pasarían algo más desapercibidos. Una percepción pasional del fútbol que, sin embargo, no le resta motivación a ninguno de los más de 40 clásicos en la máxima competición que acumuló el ‘Zurdo’ antes de arribar a Nervión. Unas sensaciones que comenzó a experimentar en 2002, cuando firmó por Sport Boys de Perú para reemplazar a Ramón Mifflin dos meses después de haber abandonado el Juan Aurich, club con el que debutó como entrenador en Primera división y al que sólo dirigió durante ocho partidos por cuestiones económicas, sumando sólo una victoria. Etapa en la que no tuvo ocasión de disputar el Clásico del Norte de Perú, al no coincidir en la categoría con el Carlos A. Mannucci de Trujillo.

En Sport Boys, donde estuvo dos años (2002 y 2003), tampoco tuvo ocasión de afrontar el Clásico Porteño o Chalaco, al no estar tampoco el At. Chalaco en la máxima competición del fútbol peruano. Sí tuvo oportunidad de medirse, sin embargo, al Alianza Lima, volviéndose con el tiempo este tipo de duelos en el más importante de los Clásicos Lima-Callao, duelos que anteriormente protagonizaban Ciclista Lima y Atlético Chalaco. Un derbi que, sin embargo, no se le dio especialmente bien al hoy sevillista, ganando sólo uno de los seis clásicos disputados (2 empates y 3 derrotas). Mucha más fortuna tuvo Sampaoli en los otros Clásicos Lima-Callao de menor peso, contra Sporting Cristal y Universitario: cuatro triunfos, un empate y dos derrotas.

Tras ese empacho de derbis, no volvería a jugar otro en la máxima competición hasta 2007, con el Sporting Cristal; equipo al que llegó procedente del Coronel Bolognesi, banquillo del que estuvo al frente entre 2004 y 2006 y con el que no pudo gozar del Clásico Moderno frente al Marsical Miler ni del Clásico Tacneño, encuentro en el que se miden los dos equipos más antiguos de la ciudad de Tacna (Coronel Bolognesi y Alfonso Ugarte de Tacna) y que nunca se ha jugado en Primera división al no haber participado nunca en ella el Alfonso Ugarte.
Ya en Sporting Cristal (2007), Sampaoli estuvo al frente de ‘La máquina celeste’ en 17 ocasiones, consiguiendo sólo cuatro victorias. Tiempo en el que le dio ocasión de enfrentarse tanto al Universitario de Deportes, otro de los clubes que mayor número de títulos ha conseguido desde que comenzara a disputarse los Campeonatos Descentralizados a partir de 1966, y el Alianza Lima, con el que en la última década se ha alternado los campeonatos. Unos clásicos de los que no salió muy bien parado el de Casilda, empatando a uno en las dos ocasiones que se midió al Alianza Lima y cayendo en la única que lo hizo con el Universitario.

Una larga experiencia en Perú tras la que dio el salto al fútbol chileno de la mano de O’Higgins (2008 y 2009), con el que disputó el Clásico del Cobre ante su rival directo, Cobreloa (dos victorias, un empate y una derrotas), y el Clásico Huaso, frente al Rangers de Talca (dos victorias y dos derrotas). Tras ello, una corta experiencia por el fútbol Ecuatoriano al frente del Emelec (2010) para volver de nuevo a Chile con la Universidad de Chile. En Ecuador, donde ganó la Copa del Pacífico, jugó el Clásico de Astillero frente al Barcelona Sporting Club, conocido también como ‘El Partido Inmortal’; un duelo de la más alta rivalidad en la que brilló sobremanera, sumando dos victorias y dos empates. De nuevo en Chile, con la U (2011 y 2012), tuvo el honor de disputar el Clásico Universitario frente a la ‘Cato’ y el Clásico del fútbol chileno frente a Colo-Colo, en el que se ven las caras dos de los tres equipos más laureados de la Primera división chilena. Un total de 11 encuentros de máxima rivalidad en la que tan sólo se impuso en uno a la Universidad Católica (tres empates y dos derrotas) y hasta en tres ocasiones a Colo-Colo (un empate y una derrota).

Un extensísimo currículum al que Poyet, quizá, no le hace sombra en cuanto al número total de partidos disputados, pero sí en lo que a nivel se refiere, habiendo jugado nueve derbis en Inglaterra y cuatro en Grecia. Al frente del Brighton, sólo consiguió un triunfo de seis frente al Crystal Palace (dos empates y tres derrotas) en un derbi cuya rivalidad nació en 1976 de la mano de los técnicos de la época: Mullery y Venables. Dos rivales acérrimos desde que eran compañeros en el Tottenham y que fueron contratados con el mismo objetivo: ascender a Segunda. Ambos lograron el objetivo, pero su pugna fue tan feroz a lo largo de la temporada que para el verano siguiente ambos equipos se habían convertido en enemigos irreconciliables. Bastante mejor se le dio al uruguayo el Derbi de Tyne-Wear, entre el Sunderland, equipo que dirigió entre 2013 y 2015, y el Newcastle, habiéndose impuesto en los tres que se enfrentó.

Una suerte que también corrió posteriormente en Grecia, cuando al frente del AEK durante la 15/16 sumó una victoria y un empate frente al Panathinaikos en los dos Derbis de Atenas jugados. Una victoria, por 1-0, consiguió también en el Clásico de las Águilas Bicéfalas frente al PAOK de Salónica, con el que el AEK comparte las mismas raíces: los refugiados de Constantinopla después de la Guerra greco-turca (1919-1922). Un bagaje muy positivo que el charrúa continuó contra el Olympiacos imponiéndose (1-0) en un partido de máxima rivalidad local entre dos de los tres mejores equipos del fútbol griego, ambos ubicados en el área urbana de Atenas.

Es decir, dos grandes profesionales con una amplia hoja de vida en lo que a derbis se refiere que hoy, en el Sánchez Pizjuán, querrán apuntarse una victoria en su primer derbi hispalense. Experiencia no les faltará, poniendo toda la carne en el asador para ello en un encuentro que ambas aficiones esperan con gran expectación. Ambos lo saben y por ello tanto uno como otro pondrán todo de su parte para buscar el triunfo en el Gran Derbi de hoy en el Sánchez Pizjuán.