El central espera recibir hoy mismo el pasaporte italiano y no ocupará plaza de foráneo en Europa

Se abre la veda por Rodrigo Caio

Se abre la veda por Rodrigo Caio
Rodrigo Caio, con el teléfono móvil en la mano, posa para una foto junto a sus compañeros en los Juegos de Río. - E. García / A. Torvisco
Enrique GarcíaEnrique García3 min lectura
Rodrigo Caio se ha esforzado para que nada ni nadie pudieran distraerle en su concentración con Brasil en los Juegos Olímpicos de su país. Ahora, con la medalla de oro colgada de su cuello, el defensa del Sao Paulo está ya listo para estudiar todas y cada una de las muchas ofertas que ha recibido y espera recibir. De momento, sobre su mesa hay ya tres propuestas concretas, del Sevilla, de la Lazio y de un Milan que en las últimas horas está insistiendo mucho en fichar a un jugador con el que pretende reforzar el centro de la zaga y el mediocentro defensivo de una sola tacada. Más o menos lo mismo que quiere de él Jorge Sampaoli, quien va a desempeñar un papel muy importante en la decisión del jugador.

El técnico argentino ya ha telefoneado al internacional 'canarinho' en varias ocasiones y ha conseguido que el Sevilla sea ahora mismo el mejor situado en la puja por sus servicios.

No obstante, queda mucha tela que cortar. Primero, porque además de con los dos clubes italianos, Monchi deberá competir con el Barcelona, que según el diario 'Sport', intentará ficharle.

Además, tanto el Sao Paulo -que le tasa en 12 millones- como el propio jugador quieren aprovechar el tirón mediático de su excelente participación en los Juegos de Río. En este sentido, fuentes de su entorno desmintieron a ESTADIO Deportivo la noticia que circula por Italia y que apunta a que el deseo de Caio era quedarse en Brasil hasta enero.

El joven de 23 años ha viajado hoy a Italia para terminar con los trámites que le otorgarán el pasaporte italiana y que le ahorraría ocupar una plaza de extracomunitario. Caio ha destacado durante los JJ.OO por su gran dominio del juego áreo y su aseada salida de balón, mostrando soltura y elegancia en la elaboración, al tiempo que fue un seguro al corte, liderando una zaga que llegó imbatida a la final y que sólo encajó un tanto, con Alemania.
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