El día que Kevin-Prince Boateng fue Roque Mesa

Roque Mesa y Kevin-Prince Boateng comparten algo más que las taquillas del vestuario de la UD Las Palmas. A ambos les une la historia de un infructuoso fichaje por el Sevilla, la del canario repetida nueve años después de la que protagonizó el germano-ghanés, quien tampoco logró, pese a presionar al máximo, jugar en el Sánchez Pizjuán, un estadio que pisará mucho tiempo después de que Monchi viajase a Berlín para tratar de ficharle.

"No puedo estar contento porque mi representante se ha reunido ya con el Hertha y todavía no se ha llegado a ningún acuerdo. Sé que mañana se volverán a ver. No me entra en la cabeza no jugar en el Sevilla porque es lo que deseo y lo que tiene que suceder. Está claro que han llegado más ofertas por mí al Hertha, pero sólo me iré al Sevilla. El Sevilla es un equipazo, me gusta la Liga española y el clima de la ciudad, y va a jugar Liga de Campeones. No hacen falta más datos para saber que quiero jugar allí", dijo entonces Boateng, quien no sabía en esos momentos que el Tottenham también había mandado un emisario a Alemania para intentar llevárselo a la Premier League. Los 'Spurs' subieron tanto la oferta que Monchi tuvo que desistir y, a su regreso, se paró en la ciudad francesa de Lens para firmar a un tal Seydou Keita, su 'opción B', a cambio de los cuatro millones de euros que le puso al Hertha por Boateng (el Tottenham se lo llevó por 7,9).

Curiosamente, al malí le fue mucho mejor que al germano-ghanés, quien protagonizó varios espectáculos fuera de los terrenos de juego desde que jugó en Londres. Dortmund, Portsmouth, Genoa, Milan y Schalke han sido sus equipos antes de aterrizar en Las Palmas y de poder jugar al fin, aunque de amarillo, en el Sánchez Pizjuán, un estadio que, como a Roque Mesa, no le será este sábado indiferente.