Entrevista ESTADIO Deportivo a Vicente Iborra

Iborra, del sello de Emery a la filosofía de Sampaoli

Iborra, del sello de Emery a la filosofía de Sampaoli
Iborra, con Emery la temporada pasada; y con Sampaoli, en la actual. - Fernando Mateos
Fernando MateosFernando Mateos 10 min lectura
Durante su entrevista, Vicente Iborra repasa toda la actualidad del Sevilla, tanto en el plano personal como en el colectivo. Consciente de que el equipo aún está en construcción, entiende que Emery hiciera las maletas y pide tiempo para asimilar el ideario de Sampaoli, pero no imagina un Sevilla sin Monchi al frente.

- Después de siete partidos en 21 días, ¿se agradece el parón?
- Sienta bien, no tanto por los resultados, porque venimos de una racha positiva y cuando las cosas marchan bien es mejor seguir, pero sí es cierto que viene bien de vez en cuando parar, desconectar, cargar pilas y seguir trabajando para mejorar.

- ¿Y qué balance hace hasta la fecha de este nuevo Sevilla?
- Lo que manda son los resultados y en eso podemos estar contentos. Hemos empezado bien en Liga, estamos arriba, y en Champions también. A partir de ahí, se han visto fases de un buen Sevilla y otras en las que tenemos que mejorar, pero con los resultados a favor se trabaja mejor y todos estamos de acuerdo en que el equipo tiene mucho margen de mejora.

- Tampoco han faltado las críticas al juego desplegado.
- La crítica es el día a día. Somos conscientes de ellas y somos los primeros críticos con nosotros mismos. La gente se cree que a lo mejor un partido lo jugamos mal y nos da igual, pero no es así. Nosotros venimos jodidos cuando no lo hacemos bien y somos los primeros que queremos jugar bien, como la gente quiere, divertirles y, sobre todo, ganar. Hay veces que juegas mejor y otras peor, pero lo que está claro es que el equipo tiene mucha predisposición para trabajar.

- ¿Sienten que se es demasiado exigente?
- Sí que es verdad que es un club exigente, una afición exigente, quizás por los resultados que se han dado en los últimos años, pero para nosotros esa exigencia es buena. Nos hace mantenernos alerta, vivos, no dormirnos y, sobre todo, tener esa ambición necesaria para tener mucha hambre, que es lo que nos está haciendo cosechar los éxitos.

- Se habla mucho del sello Sampaoli. ¿Cómo lo resumiría?
- Al míster, desde que llegó, se le ve con un hambre tremenda y nos la contagia a nosotros. Quiere que seamos el equipo que mande en el partido, que tenga la posesión, y creo que lo estamos consiguiendo. Quiere que apretemos arriba, que independientemente de donde se juegue, salgamos a ganar, y estamos intentado hacerlo. Evidentemente nos falta mejorar, pero trabajamos para ello y estoy seguro de lo que lo vamos hacer. Creo que el equipo está muy predispuesto a hacer lo que él quiere, a ir a por el contrario, a dominar... El hecho de tener gran parte de la posesión, además, esta haciendo que lleguemos mejor que los rivales al tramo final de los partidos.

- Esa posesión también sirve a veces para defender.
- Claro, al final, cuando tienes la posesión, de alguna manera también estás defendiendo. Haces que el rival corra detrás de la pelota y que no tenga opciones de llegarte.

- Después de tres años exitosos con Emery, ¿ha sido traumático el cambio?
- Cuando llevas varios años con un entrenador y tienes unas bases creadas, el equipo tenía una inercia de juego con él, y cambiar es un poco difícil, pero el fútbol es así. Unai podía dar ese paso que ha dado gracias a sus resultados y hay que seguir; los jugadores y los técnicos cambian y lo que hay que hacer es adaptarse y empezar de nuevo, y creo que nos estamos adaptando bien.

- ¿Existen muchas diferencias entre Emery y Sampaoli más allá del evidente cambio de estilo?
- En el trato son dos personas bastante cercanas cuando tienen que hacerlo y mantienen las distancias cuando es necesario. En cuanto a la filosofía, sí que son diferentes, pero yo destacaría la ambición de los dos, que es muy parecida.

- Con Unai sí parece que jugaba más arriba, ahora con Sampaoli vuelve al doble pivote.
- Tanto con Unai como con Sampaoli he jugado en varias posiciones e, independientemente de un técnico y otro, lo que saben es que estaré encantado de ayudar al equipo donde sea, más adelante o más atrás.

- En los dos últimos partidos en casa, ante Lyon y Alavés, se ha vencido y convencido. ¿Se parece cada vez más este Sevilla al que quiere Sampaoli?
- Cada vez se va a parecer más. Trabajamos para ello y cuanto más tiempo llevemos juntos mejor vamos a encajar las piezas y a llevar a la práctica lo que el míster quiere. Sí es cierto que ha habido partidos en los que nos hemos ceñido más a su filosofía y en otros, como en Turín, el rival nos metió atrás en la segunda mitad y el equipo sacó otra faceta que yo creo que es importante mantenerla, la de ser un equipo fuerte, difícil de batir, solidario en las ayudas y comprometido, porque el rival nos estaba apretando. Al final hay que saber adaptarse a todo tipo de partidos.

- Además, el sufrimiento parece ir unido a este Sevilla, con esas victorias en los últimos minutos.
- El hecho de que tú tengas la posesión hace que generalmente los rivales, debido al acoso tuyo, bajen físicamente. Es algo normal. Además, si algo bueno tiene este grupo que se mantiene es que hasta el último minuto se deja todo, lucha, pelea y cree hasta el final. A partir de ahí, te podrán salir las cosas o no, pero si lo dejas todo hasta el final se va a conseguir el premio.

- Muchos hablan de suerte. ¿Les molesta?
- La suerte hay que buscarla. Si no trabajas para ello y no crees hasta el final en ganar los partidos, la suerte de alguna acción que salga a tu favor, pues no lo vas a tener. Si el equipo, según algunos, tiene suerte en determinados momentos, es porque la buscamos, la peleamos y creemos en ella.

- Ahora falta ganar fuera. ¿Qué le pasa al equipo lejos del Sánchez Pizjuán?
- Es una asignatura pendiente. Este año no se ha ganado aún, pero sólo se ha perdido un partido. Tenemos que hacer un punto y aparte en cuanto a la campaña pasada y que no nos cree un trauma lo hecho anteriormente. Estamos de acuerdo en que tenemos que ganar ya y hay que tomarse el próximo partido ante el Alavés como una final, porque somos conscientes de que si queremos estar arriba tenemos que ganar fuera.

- ¿Estar arriba es amarrar el cuarto puesto?
- Lo que queremos es entrar en Europa y a partir de ahí ser lo más ambiciosos posibles. Sería un poco ventajistas decir que tenemos que quedar entre los cuatro primeros cuando estamos terceros, pero acabamos de empezar. Hay muchos equipos que aprietan, que están fuertes, que tienen buenas plantillas, y el hecho de no contar con ellos sería faltarles al respeto. Esto es muy largo, muy difícil, aunque sí es cierto que con el equipo que tenemos y la inversión que el club ha hecho este año, podemos estar en Champions. Es el objetivo más ambicioso que tenemos y lo que queremos es estar ahí.

- En Champions nunca se ha pasado de octavos. ¿Son los cuartos de final el gran reto?
- La ilusión y el objetivo a corto plazo es pasar la fase de grupos. A partir de ahí, disputar los octavos sería importante porque daríamos un paso más con respecto al año pasado y sería ir en línea ascendente. Si llegamos a cuartos y somos la primera plantilla de este club que los alcanza, pues mucho mejor, pero lo que queremos es mejorar los registros, batirlos, si podemos hacer historia hacerla y llegar lo más lejos posible, pero paso a paso.
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