Qué gran movimiento realizó Monchi en los estertores del mercado. A priori, no era lo que se echaba en falta para una plantilla justa de delanteros y cargada de mediapuntas. Pero los 'jugones' nunca sobran. Y Samir Nasri está demostrando que ha venido para recordarle a Guardiola que aún tiene mucho fútbol.
Alejado de la banda, donde brillaba en la Premier, se enfundó en Zagreb el traje de Banega y ejerció de creador puro, bajando a recibir, con hasta seis jugadores por delante, para convertirse en el faro sevillista que iluminó un buen primer tiempo. Una labor que además tuvo el premio del gol, aunque en el segundo bajó su ritmo y, por ende, el del equipo.