N'Zonzi, capaz de estar en misa y repicando

Steven N'Zonzi cuestionó ayer los límites de la física y puso en entredicho esa taxativa afirmación popular de que 'no se puede estar en misa y repicando' al mismo tiempo. Y es que, para hacer el partidazo que el galo firmó ante el Atlético se necesita tener el don de la ubicuidad, en primer lugar, y, además, ir tan sobrado de calidad como para lucir en todas las facetas del juego.

Suyo fue el gol que dio los tres puntos al Sevilla en una acción en la que recuperó, hizo la pared con Vietto ante cuatro rivales y exhibió elegancia en la conducción, potencia en la zancada y clase a raudales en una definición de 'nueve' caro. No se puso nervioso mientras tres rivales le perseguían y tocó con suavidad para ponerla en el palo largo, muy lejos del alcance del portero.

Pero el gol sólo fue un detalle más. Además, fue el que más veces disparó del partido, cuatro; el que más pases dio, con 81; y el que entregas acertó, con 75. Es decir, sólo falló seis pases y tuvo una precisión del 93 por ciento. Asimismo, no se amilanó por el hecho de tener tantísimos metros que cubrir, ni por cargar con una amarilla medio partido, y recuperó seis balones. ¡Soberbio!