Ganarle al
Barcelona este domingo es el objetivo del
Sevilla de
Jorge Sampaoli, quien tiene entre ceja y ceja derrotar al cuadro culé desde mucho antes de empezar a preparar este duelo liguero. Es más, saborear el triunfo ante los azulgranas no sólo es una meta, es una obsesión personal del de Casilda desde antes incluso de firmar por los nervionenses.
"Siempre busco lugares donde puedo generar transformaciones. En especial, busco generar grandes sociedades. Como en el
Barça hoy. Generar esa empatía. Si bien tuve varias ofertas, a mí me gustaría dirigir a un equipo grande, me gustaría poder medirme con el
Barcelona, que es el mejor equipo del mundo. Me gustaría ganarle al Barcelona", aseguraba
Sampaoli después de dejar la selección chilena y refiriéndose a los retos que soñaba afrontar en un futuro.
Este futuro resultó ser a corto plazo, ya que el argentino hacía estas declaraciones el pasado mes de abril y, sólo cuatro meses después, estrechaba la mano de Luis Enrique en el duelo de ida de la
Supercopa de España, trofeo que luce en las vitrinas del Camp Nou tras un 0-2 y un 3-0.
El duelo le llegó muy pronto a
Sampaoli, que apenas había tenido tiempo de conocer al
Sevilla y de conjuntar un bloque con once caras nuevas al que debía imprimir un estilo rompedor que, poco a poco, ha ido asentándose y acompañándose de unos espectaculares resultados.
De hecho, tras aquella derrota en agosto ante el
Barcelona, ningún otro equipo ha conseguido ganar en el Sánchez Pizjuán esta temporada. En siete partidos oficiales ante su público, el Sevilla ha derrotado al Lyon (1-0) y al Dinamo de Zagreb (4-0) en la Champions, y a Espanyol (6-4), Leganés (2-1), Betis (1-0), Alavés (2-1) y Atlético (1-0), en
Liga. En este último, frente a un cuadro colchonero que llegaba líder a Nervión, los de Eduardo Dato demostraron tener argumentos y ambición para competir con los 'poderosos'. Ahora,
Sampaoli tiene una nueva oportunidad para desquitarse de su obsesión.
El duelo de mañana entre el
Sevilla y el
Barcelona será un enfrentamiento entre el segundo y el cuarto clasificados de la Liga y entre dos equipos que sólo están separados por un punto en la clasificación; pero, sobre todo, será una pugna por hacerse con el control del balón. Y es que en el
Sánchez Pizjuán se miden los equipos que más posesión promedian en
Liga: el
Barça, con 68,3 por ciento, y el
Sevilla, con 63,1.