El
Sevilla de
Sampaoli ha mantenido desde el comienzo de la temporada un idilio con los números que lo ha instalado en la parte alta de la clasificación y que con el paso de las jornadas ha recibido el acompañamiento de las sensaciones positivas merced a una mejoría progresiva y completamente perceptible. Esta alianza con las matemáticas le ha permitido codearse con los poderosos en la cima y también amenazar récords que instauraron en
Nervión sus antecesores.
De hecho, el equipo del casildense está compitiendo en guarismos con los mejores arranques de la historia nervionense, hasta el extremo de que en
El Molinón dispuso de la oportunidad de establecer el puntaje más alto tras once jornadas, si bien el empate con el
Sporting y la derrota ante el
Barça le hizo perder posiciones que ha recuperado en parte con su triunfo épico ante el
Deportivo. No en vano, con 24 puntos en su casillero supera en uno al mejor
Sevilla de
Emery, el que firmó a final del curso 14/15 la máxima puntuación de los anales nervionenses y que se erige como un auténtico referente.
Por delante sólo tiene a día de hoy al
Sevilla de
Jiménez en la 09/10, que, con un gran arranque, acumulaba 26 unidades, y, por supuesto, al de la segunda campaña de
Juande, con 28 puntos tras doce semanas de competición. Un proyecto al que, sin embargo,
Sampaoli no duda en echarle un pulso en su afán por hacer historia en el
Sánchez Pizjuán con su propuesta vistosa y ambiciosa, disponiendo mañana de la oportunidad de acechar sobremanera la hegemonía del pedroteño.
Y es que un triunfo ante el
Valencia en la 'Bombonera' lo posicionaría con 27, a un punto del
Sevilla de
Ramos, con la segunda mejor puntuación del
Sevilla a estas alturas de la competición, empatado con el del ejercicio 09/10.