El argentino
Joaquín Correa aprovechó la oportunidad que
Jorge Sampaoli le brindó el pasado miércoles en la
Copa del Rey, haciendo tres de los cinco goles sevillistas y propiciando los dos penaltis con los que llegaron los otros dos goles nervionenses en su visita a
Formentera. El 'Tucu', apodo que lleva por su lugar de nacimiento, Tucumán, se enroló el pasado julio al
Sevilla procedente de la Sampdoria, equipo al que llegó mediada la campaña 14/15 desde el Estudiantes de la Plata de su país.
Correa, que cumplió 22 años el pasado agosto, despuntó en los escalafones inferiores del
Estudiantes, lo que le valió para asentarse en el primer equipo y jugar en las selecciones inferiores de Argentina, llamando rápidamente a las puertas de Europa gracias a la
Sampdoria. Un futbolista que el pasado verano arribó a Nervión a cambio de diez millones de euros, firmando un contrato por cinco temporadas.
Correa, que debutó a mediados de agosto en el 3-0 que encajó el Sevilla en el Camp Nou ante el
Barcelona, en la
Supercopa de España, no ha gozado apenas de protagonismo bajo las órdenes de
Jorge Sampaoli; un papel que no ha sido el deseado tanto por el propio futbolista como por el cuerpo técnico sevillista y la afición del Sánchez Pizjuán, que tiene muchas esperanzas depositadas en él. Unas ilusiones a las que el argentino respondió con creces ayer, tras haber participado sólo en siete -tres como titular y cuatro como suplente- de los 13 partidos disputados por el
Sevilla Fútbol Club en este primer tercio de Liga en Primera división; un bagaje en el que ha acumulado 251 minutos de juego.
En
Liga de Campeones, los sevillistas han jugado hasta ahora cinco de los seis partidos previstos en la fase de grupos; una competición en la que
Correa ha estado prácticamente inédito, habiendo participado sólo en un partido y como suplente. Concretamente en la primera jornada del Grupo H, en el partido disputado en el Juventus Stadium de Turín en el que el Sevilla empató a cero. Un encuentro en el que el
'Tucu' Correa salió a los sesenta minutos para suplir a
Pablo Sarabia.
Así, aunque el
Formentera, de Tercera división, no fuera de la exigencia de otros, el argentino se convirtió en el gran protagonista de un choque que dejó virtualmente clasificado al
Sevilla para los octavos de final de la
Copa del Rey, a la espera de oficializarlo en el partido de vuelta en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán.