Granada-Sevilla: La gira sevillista llega al 'Patio de los lyones'

Cualquiera en su lugar pensaría que, si el PSG no hubiese roto la hucha para fichar a Emery, a estas horas estaría reflexionando sobre cómo pararía al Sevilla 'su' Granada. O en que puede que, con él, los nazaríes no llevarían desde mayo sin ganar en Liga y quizás no serían colistas. O en que podría ser que su estilo no cuajase, con un plantel de un perfil mucho más bajo del que dirige hoy, y puede que le hubiesen despedido, como le pasó a Paco Jémez. Sin embargo, en la cabeza de un siempre extremadamente meticuloso Jorge Sampaoli no hay cabida para ese qué pudo ser y no fue. Desperdiciar tiempo en conjeturas no es su estilo. Sólo le importa el presente, y más si ese aquí y ahora es tan ilusionante como el que va a vivir el Sevilla en las próximas semanas.

El argentino y sus pupilos afrontan este mes los retos de acabar 2016 en la zona alta de la clasificación liguera, de avanzar a la siguiente ronda de la Copa del Rey y, sobre todo, de sacar su billete para estar en los octavos de final de la Champions.

Y lo harán, además, desde la adversidad, alejados de esa zona de confort que es el caluroso Ramón Sánchez Pizjuán y obligados a demostrar que la inexplicable crisis como visitantes que arrastraron el curso pasado ha quedado desplazada al apartado de anécdotas.



En el 'Sevilla on tour', el equipo estará un mes sin jugar en casa. El miércoles fue a Formentera y no cerrará su gira hasta el día 11 en Vigo y ante el Celta. No obstante, las salidas más importantes son las que afronta hoy en Granada y la del miércoles en Lyon, que quiera Sampaoli o no, lo va a condicionar todo. Y es que, por ejemplo, la existencia de ese partido ha hecho que Sampaoli llegue a la ciudad de la Alhambra sin dos piezas básicas como son Nasri y Escudero y que admita en sala de prensa que su idea es hacer hoy un once para ganarle al Granada pero que, a su vez, sea fácilmente recuperable en lo físico de cara a ese vida o muerte contra el 'OL'.

Es decir, que aunque quiere poner a los mejores, ganar y aprovechar el Clásico para escalar puestos, sólo alineará a los que estén al cien por cien y su participación no implique correr riesgos. En este sentido, ante un rival que no tendrá reparos en cederle el control de la posesión y que esperará ordenado atrás (con una defensa de cinco y un doble pivote) para tratar de hacer daño a la contra, la duda es saber cómo resolverá la baja de su lateral zurdo titular.

A priori, antes que poner a Kolo, el casildense se decantará por una defensa de tres dejándole toda la derecha al recuperado Mariano y la izquierda a Sarabia y a Vitolo. Será importante saber si Alcaraz contrarresta 'indultando' al castigado Cuenca para hacer de carrilero y castigar las subidas de los sevillistas; lo que ofrece la segunda duda: quién acompaña a N'Zonzi en la medular. Los centímetros de Iborra, la colocación de Kranevitter o la magia de Ganso.