Análisis del Granada-Sevilla

Cuando la mente no está

Cuando la mente no está
Adil Rami no tuvo su día ante el Granada. - Enrique García
Enrique GarcíaEnrique García2 min lectura
Se acerca la tercera final del curso tras las lejanas Supercopas y la mente puede jugar malas pasadas. Le pasó a un Sevilla que pensó demasiado en Lyon y se olvidó de hacer los deberes en casa del colista en el peor partido del curso de los de Sampaoli. Optó el argentino por una defensa de cuatro ante un Granada con un delantero. Mercado compartió la izquierda con Vitolo en un esquema asimétrico, ya que Mariano sí que tuvo todo el carril para él en ataque, con Franco Vázquez jugando por dentro y compartiendo con Correa las tareas defensivas. El argentino, novedad en el once tras su buen partido copero, acompañó a Vietto en ataque. También tuvo su oportunidad Kranevitter junto a N'Zonzi, que un día más demostró que está más cómodo cuando juega como pivote único. El resultado del cóctel fue un Sevilla plano y demasiado estático, al que le costó mucho superar a un ordenado Granada, en el que Alcaraz también partió con un 4-2-3-1 y que tuvo en Boga su hombre más destacado, jugando precisamente a la espalda de un doble pivote construido para evitarlo.

Al Sevilla le faltó velocidad en la circulación, ritmo, movilidad de sus hombres de ataque y, sobre todo, presencia en el área, pues cuando alguno de sus hombres ganó línea de fondo, casi siempre Mariano, faltaron rematadores. Tampoco hubo reacción tras el descanso, algo habitual desde la llegada de Sampaoli. El técnico esperó diez minutos para el primer cambio, pero a la entrada de Iborra le siguió el segundo gol nazarí, una losa demasiado pesada hasta para este Sevilla. Se creció el colista, que por momentos jugó a placer, mientras el Sevilla desperdiciaba ocasiones como la de Vitolo para meterse en el choque. Ben Yedder animó algo el ataque, pero fue un movimiento tardío. Tanto como su gol. Ese que en Lyon sí serviría para algo.
Unete a nuestro canal de Whatsapp Únete a nuestro canal de Telegram