Resta un suspiro para que el
Sevilla se juegue a una carta en
Lyon su continuidad en la
Champions League, si bien su mano le concede la ventaja de que incluso le valdría perder por un gol para clasificarse para octavos de final. El 1-0 de la ida en el
Sánchez Pizjuán le permite una amplia baraja de resultados con la única excepción de caer por una diferencia mayor en el
Parc Olympique Lyonnais, por lo que pasaría, por supuesto, con un triunfo, un empate y también con un traspié por la mínima.
En este sentido, el
Sevilla se desplaza a tierras francesas con las estadísticas como aliadas, tanto en cuanto le respalda un porcentaje muy alto de marcadores europeos más allá de la 'Bombonera', hasta el punto de que en la máxima competición europea sólo ha sufrido a domicilio tres resultados que le dejarían fuera.
Además, hace más de un año que el
Sevilla no pierde en competición europea por alguna de las diferencias que le dejarían en la cuneta y le mandarían a la
Europa League, torneo en el que lucharía por su sexto entorchado. Así, para encontrar una derrota blanquirroja por más de un tanto hay que remontarse más de un año entero atrás, pues data del 25 de noviembre de 2015, cuando los de
Emery cayeron por 4-2 ante el
Borussia Mönchenglabach en su última salida en el Grupo H de la Champions League. A partir de ahí no ha vuelto a suceder, ya que sólo sufrió una derrota, y fue contra el
Molde por 1-0. El resto de desplazamientos se han saldado con victorias o empates: 0-0 contra el
Basilea; 1-2 contra el
Athletic; y 2-2 en el campo del
Shakhtar en la ida de la semifinal de la UEL.
Ya en este curso, firmó tablas en el
Juventus Stadium (0-0), y se impuso al
Dínamo de Zagreb por 0-1, por lo que las estadísticas están del lado del
Sevilla en un partido de mayúscula importancia, a día de hoy, el más trascedente de esta campaña.