Análisis del Lyon-Sevilla F.C.

Resurge desde las cuerdas

Resurge desde las cuerdas
Durante la hora de partido que le duró la gasolina, el Lyon resultó insufrible. - Óscar Murillo
Óscar MurilloÓscar Murillo 2 min lectura
Renunciando a cuarenta y cinco minutos, una fea costumbre, el Sevilla cumplió anoche en Lyon con su obligación de aprovechar las múltiples combinaciones que le beneficiaban para plantarse en octavos de la Champions. Con algo de fortuna, primero, y una tonelada de oficio, después, los nervionenses triunfaron a contraestilo, pero triunfaron.

De inicio, Sampaoli renunció al delantero de referencia, apostando por la improvisada sociedad Vitolo-Nasri, desigual en cuanto a físico, pero pareja en calidad. Sarabia tapaba un poco el despliegue de Mariano por derecha, aunque, a diferencia de un Escudero que sí se podía proyectar más, el brasileño estaba más pendiente de frenar a Valbuena que de otra cosa. Por dentro, dado que la primera línea de presión apenas surtía efecto, N'Zonzi se descolgaba para oxigenar la salida, al tiempo que Iborra sí se preocupaba del achique primordialmente. Ocurre que el balón duraba poco en las botas sevillistas, tanto por la superioridad generada por el 'trivote' del Lyon como por la propia impericia de los visitantes, centrados en montar transiciones rápidas, aunque sin la intensidad necesaria.

En la reanudación, el guion se acentuó, con un repliegue aún más evidente de los nervionenses, si bien mejoró ostensiblemente la efectividad en la resta, hasta el punto de que Rico apenas pasó apuros en esta fase, con lo que la clasificación dejó de tornarse épica y se convirtió en una consecuencia lógica. Encima, volvió el N'Zonzi de siempre, al tiempo que Ben Yedder finiquitó a un Lyon exhausto y cabizbajo.
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