El lado más amateurista de Samir Nasri

El lado más amateurista de Samir Nasri
Nasri muestra su lado más humano. - C. Pérez
Carlos PérezCarlos Pérez5 min lectura
En la segunda parte de la entrevista que le ha realizado Onze Mondial a Samir Nasri, el talentoso mediapunta francés muestra su lado más humano, el más amateurista...

- Hay muchas cosas en el fútbol perjudiciales. ¿Nunca trató de luchar en contra?
- Siempre he estado en contra. Siempre he sido un chico antisistema. No he hablado con la prensa durante años. Si tengo un problema con alguien, se lo digo. Yo tenía roces con un entrenador que habló de mí en los medios de comunicación. Fui a verle y le dije: "Lo que me tenga que decir, lo hace mirándome a los ojos". No me gusta eso. A mí me gusta decir las cosas. Soy un tipo con carácter. Soy muy franco. Me gusta cuando las personas actúan del mismo modo conmigo.

- Dijo que quería volver a jugar y divertirse. ¿Está disfrutando, realmente?
- Entrar al campo y jugar al fútbol. Atacar, tener más balón que tu oponente y hacer más goles que él. Se puede. Es simplemente estar en el campo y jugar sin presión innecesaria. Me gusta entrar al campo y jugar como si estuviese en mi barrio. Es es divertirse. Con demandas de alto nivel, tratando de ganar, obviamente. Pero no pienso en el fútbol como si fuese un comercio. Simplemente, jugar como si fuese mi último partido.

- ¿Cree que su carrera está a la altura de su nivel técnico?
- (Largo silencio) Es como debe ser. Tal vez algunas lesiones me frenaron. Por lo demás, no. Es así.

- Muchos hablan de su técnica, pero pocos de su resistencia y su velocidad. ¿Cuál es su opinión?
- (Otro silencio) No sé. No soy Raheem Sterling ni Theo Walcott. La mía es una velocidad diferente. Me gusta tocar la pelota, asociarme, driblar... No me veo como alguien veloz, pero es verdad que, cuando han hecho pruebas, siempre he estado entre los más rápidos de mi equipo. Respecto a la resistencia€ Corro mucho también. Pero la gente puede decir: "Oh, si no trabaja tanto en lo defensivo...". Pero eso no es cierto. Se puede ver en las estadísticas. ¿Qué más quieren que haga? Estoy para ayudar a Steven N´Zonzi o Matías Kranevitter y es algo que me gusta.

- ¿En qué categoría de jugadores se pone?
- No sé.

- ¿A qué jugador se parece usted?
- Francamente, es complicado.

- ¿Y qué le falta? ¿Qué cualidad le gustaría tener?
Yo soy como soy. Dios me hizo así. Estoy muy feliz de ser como soy. Pregunta otra cosa.

- Usted se fija mucho en Iniesta. ¿No cree que podría haber estado a su nivel o incluso por encima?
¡Iniesta es un crack! Es uno de los mejores centrocampistas de la historia. No es el mejor de todos los tiempos. Pero es muy, muy fuerte. Él no sabe lo que significa "perder la pelota". Se para, acelera... y abre grietas.

- Usted también es capaz de hacerlo.
- Sí, es verdad. Pero yo no he tenido la consistencia de Iniesta. Eso es lo que hacía la diferencia entre él y yo. Él era regular. Han sido doce años repitiendo el mismo nivel. Y es como el buen vino: está en su mejor momento.

- Usted ha dicho que necesita afecto. ¿En qué sentido?
- Cuando estoy mal, me gusta que me digan que me estoy equivocando. Para saber dónde estoy. Me gusta tener una relación cercana con mi entrenador. No estoy diciendo que tenga que hacerme jugar siempre. Simplemente, si no juego, me gustaría saber cómo puedo darle la vuelta a esa situación. Algo de cercanía, un "hola" cada mañana, al menos... Pequeños detalles que marcan la diferencia.
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