Sevilla F.C-Leicester: Un rugido sevillista para cazar al 'zorro'

El sevillismo disfrutará esta noche de otra cita histórica. Una dulce costumbre que toca vivir con la misma intensidad de siempre. Y es por ello que desde todos los sectores del club no paran de emanar mensajes que piden la unión de una afición que aprieta como pocas, representando en sí misma un arma -la que producen sus gargantas- que también debe sumar en la pretendida caza de los 'foxes' (zorros), como se conoce a un Leicester herido.

Que ruja Nervión. Ése es el deseo unánime. Luego, sobre el césped, serán Sampaoli y los suyos quienes intenten corresponderlo. El objetivo está grabado a fuego. Vencer y encarrilar el pase a unos cuartos de final desconocidos en la máxima competición continental, con la salvedad de la lejana Copa de Europa de los años cincuenta.

El cartel de favorito, por más que intente descolgarlo de su cuello, corresponde a un Sevilla que, eso sí, tiene ejemplos de sobra para no confiarse. Sin ir más lejos, las eliminaciones a manos de Fenerbahçe y CSKA en las dos ocasiones anteriores en las que alcanzó esta ronda.

Para borrar dichos recuerdos, el de Casilda promete ser fiel a su ambicioso estilo. No se guardará nada. Al contrario que Emery, que hablaba de partidos de 180 minutos con posibilidad de otros 30, el argentino no piensa más allá de esta noche. Quiere dar un paso firme hacia ese Olimpo reservado a los ochos mejores equipos del fútbol europeo. Y para conseguirlo, todo apunta a que dotará a su equipo de la dinamita necesaria, con Jovetic y Ben Yedder en punta, estiletes de un engranaje plagado de 'jugones': N'Zonzi como pivote y la tripleta compuesta por el 'Mudo', Nasri y Vitolo en la media punta.

Las bajas, eso sí, se centran en una zaga que no ha encajado en los tres últimos partidos pero que ha avivado con sus imprecisiones los temidos problemas en la salida. Además, no se ha recuperado a tiempo de sus molestias Nico Pareja, el más cualificado para esa labor, uniéndose a su baja la del sancionado Mercado, por lo que Sampaoli, que también verá el partido desde la grada por castigo, tendrá que dibujar atrás la misma línea de cuatro con la que buscó solucionar los errores detectados ante el Eibar. Esto es, Rami y Lenglet en el eje y Mariano y Escudero en los costados. Dos puñales, estos últimos, que suelen proyectarse menos cuando actúan bajo este esquema.

Sobre esta base, la única variante posible, a priori incoherente con el discurso del técnico, es sacrificar a un punta para dar entrada en el centro a Iborra o Kranevitter, cada día más entonado.

Pocas dudas, por su parte, alberga Claudio Ranieri, que sigue confiando en los baluartes que hicieron historia el pasado curso pese al mal momento del equipo, a un punto del descenso en la Premier, donde no ha ganado este año, y eliminado de la FA Cup el pasado fin de semana por un tercera.

Confirmada a última hora la baja en ataque de Slimani, a quien suplirá Okazaki o Leo Ulloa, los 'zorros' quieren recuperar el carácter que les llevó a asombrar al mundo con su título liguero y adoptar la piel que han vestido en esta Champions, en la que encabezaron su grupo. Un rival herido que en Nervión quieren cazar con su temible rugido.