La tristeza y la decepción era evidente en los rostros de la expedición nervionense al aterrizar en el aeropuerto de San Pablo a las 15:00 horas de ayer después de un viaje marcado por la frustración de
la dura eliminación sufrida en los octavos de Champions ante el Leicester.
Muchos jugadores bajaron del avión con
las cabezas agachadas, con las caras muy serias debido a un golpe inesperado y que supone un revés para el proyecto de Sampaoli, ya que el pase a cuartos ante un rival como el Leicester era uno de los objetivos de la entidad para este curso. No pudo ser y el dolor se reflejó en
regreso silencioso de un Sevilla que no tuvo el apoyo de ningún aficionado en la llegada a la capital hispalense de cara a darles ánimo para la pelea liguera, que se reanuda el domingo con un encuentro trascendente ante un rival directo por el tercer puesto,
un Atlético que ahora se encuentra a cinco puntos y que se quedaría a dos si se impone a los nervionenses en el Vicente Calderón.
Una cita que los pupilos de Sampaoli empezarán a preparar desde este jueves, ya que el casildense les concedió ayer el resto del
día libre para recuperarse física y mentalmente. Así, está previsto que el equipo se ejercite por la mañana a partir de las 10:45 horas en una sesión que, como siempre, se llevará a cabo a puerta cerrada en la Ciudad Deportiva José Ramón Cisneros Palacios.
Posiblemente, antes de saltar al césped, el técnico nervionense le dará
una charla a sus futbolistas.