Jorge Sampaoli y José Castro se sentarán esta semana para tratar el futuro del técnico argentino, que no hay que olvidar que tiene firmado con el Sevilla un contrato hasta 2018. Hace apenas un mes, el exseleccionador chileno tenía todas las bazas en su mano. Tenía a tiro la
mejor temporada de la historia en la Champions y en LaLiga, al
Barcelona suspirando por él y a la
afición enamorada. Además, poseía la excusa de la salida de
Monchi para argumentar sus dudas sobre el proyecto y dar largas a esa
generosa propuesta de renovación hasta 2019 que le había hecho el club. A día de hoy lo que reina es la
frustración por la
eliminación en Champions y el
desgaste que supone la peor racha de resultados desde mayo de 2014 y la pérdida de la tercera plaza.
Las tornas han cambiado. Vaya por delante que considero que
Sampaoli merece un segundo año en Nervión.
Mourinho dijo que sus equipos siempre rendían mejor en la segunda temporada. En el Sevilla lo han experimentado con
Juande, Emery o incluso Jiménez. Un
Sampaoli con un año más de experiencia en el fútbol europeo puede llevar al Sevilla a cotas importantes de éxito. Ahora que la amenaza de una salida a un club con mayores aspiraciones se ha desvanecido,
Sampaoli deber recordar que tiene mucho que agradecer al Sevilla. Hasta que el
PSG no vino para llevarse a
Unai Emery lo único que tenía el exseleccionador chileno era un suculento contrato en Granada para tratar de pelear por eludir el descenso.
El Sevilla supuso la oportunidad de su vida. Un
equipo campeón, uno de los clubes
más exitosos del continente en la última década, el escaparate de la
Champions, un plantel de campanillas con jugadores como
Nasri, Vitolo o N'Zonzi -más
Jovetic en enero- de primera línea europea para aspirar a todo. En la balanza queda claro que
pesaba más lo que el Sevilla le aportaba al entrenador que lo que Sampaoli le daba al club. La
ilusión de los dos primeros tercios de la temporada pudo compensar el balance, pero los últimos resultados han colocado
al técnico en una posición de manifiesta debilidad.
Sampaoli se presentará ante Castro con exigencias en materia de planificación -se huele que la temporada próxima no contará con sus tres jugadores más preciados: Vitolo, N'Zonzi y Nasri- y una
propuesta de la AFA, cuyas telarañas en la caja fuerte hacen poco viable un gasto de 1,5 millones de euros para comprar su libertad. Eso si consiguen convencer al técnico para acudir a un banquillo en el que los dos últimos inquilinos,
Bauza y Martino, aún tienen
cobros pendientes, que el
amor a los colores es grande hasta que a uno le tocan el bolsillo.Difícilmente podrá estar Sampaoli en un sitio mejor que en Sevilla la próxima temporada. Si decide dar el paso de marcharse lo hará contra la lógica. ¿
Y el Sevilla? Lleva una década reinventándose cada temporada y
la mayor pérdida que podía sufrir ya ha ocurrido con la despedida de Monchi.