Ya nadie duda de que a
Sampaoli se le ha caído el equipo en el momento decisivo. Y más que discutir las condiciones que ha impuesto para renovar, alguien debería darle un toque de atención. Son ya seis partidos y cinco las jornadas sin ganar y la tercera plaza comienza a esfumarse.
Lejos de un planteamiento "extremadamente ofensivo", algo que su técnico pregona como innegociable, el
Sevilla se plantó en el
Camp Nou sin delanteros y sin ningún plan. O al menos un plan lógico. Ni defendía con intensidad ni atacaba con sentido. Nada de nada. Un juguete. Sólo dejaba tocar y tocar al Barça, casi asumiendo de antemano una derrota inevitable.
Ya los tres primeros minutos fue un rondo del
Barça que acabó con el disparo al larguero de
Messi desde la frontal. Ni rastro de las premisas del 'Amateurismo': ni presión alta ni control. Dos pases era todo lo que podían dar los nervionenses sin que los azulgranas, que sí mordían, volvieran a recuperar el balón.
Era cuestión de tiempo que cayese el primer tanto culé. Y eso que el
Sevilla tuvo su ocasión al filo del cuarto de hora. Iborra tocaba de espuela tras un saque de banda y
N'Zonzi se plantaba ante
Ter Stegen tras superar a
Mascherano, pero su disparo sin fe, como el penalti que lanzó en Leicester, fue repelido sin agobios por el alemán.
No era más que un espejismo. El Barça llegaba y llegaba con suma facilidad, ante una alarmante falta de tensión blanquirroja, y
Rakitic cabeceaba fuera por poco tras el pase de Iniesta. Los de
Sampaoli, sin garra, debajan muchos espacios atrás y en las pocas ocasiones en las que intentaban salir, se percibía un preocupante falta de ideas, sin apoyos y sin más recurso que la pelea de
Correa o las carreras de
Vitolo. Porque de
Samir Nasri, a todo esto, sigue sin haber noticias.
Al francés sólo se le vio botar una falta frontal que Vitolo cabececó fuera como pudo. Fue la antesala del primer gol. Messi se coló por la derecha y su centro lo ganó fácil
Suárez ante un blando
Mercado, sacándose de la chistera una chilena que sorprendió a
Sergio Rico.
Si había la más mínima opción de rascar algo, ahí se acabó. Corría el minuto 25 y en ocho más cayeron otros dos tantos. Primero, Corre ragalaba un balón a Rakitic para que el croata montase una contra que acabó con un rondo en el área sevillista entre
Neymar,
Suárez y
Messi, que fusió a Rico con toda la defensa nervionense mirando. Y es que, por entonces, cualquier análisis futbolístico carecía ya de valor. Lo más preocupante era ver las cabezas agachadas de unos jugadores compuingidos, como Pareja cuando puso a los pies de
Messi el tercero con un inocente despeje. Un equipo sin alma que pedía a gritos el descanso.
Tras el mismo, el conjunto nervionense salió con otro aire. Incluso tuvo ocasiones para adecentar el marcador, especialmente a través de Sarabia, que se topó dos veces con
Ter Stegen y otra con el lateral de la red. También la tuvo
Jovetic, de nuevo suplente pese a ser el delantero más peligroso de largo.
Pero en realidad, esa mejoría sevillista no era sino fruto de la relajación de un Barça que no quiso hacer sangre y que incluso dio minutos al canterano
Aleña y
Paco Alcácer, que también tuvo el cuarto en un mano a mano bien resuelto por
Sergio Rico. Sin duda, el que más agradeció el favor azulgrana, que no quiso abusar de un indefenso y triste Sevilla que, para colmo, vio a Vitolo autoexpulsarse para la 'final' ante el Deportivo.
¿Esto también es el 'Amateurismo'?- Ficha del partido:
Barcelona: Ter Stegen; Mascherano, Piqué (Digne 78'), Umtiti; Busquets, Iniesta, Rakitic (Aleñá 80'), Sergi Roberto; Neymar, Messi y Luis Suárez (Alcácer 65').
Sevilla F.C.: Sergio Rico; Mariano, Nico Pareja, Lenglet, Escudero; N'Zonzi, Iborra (Jovetic 75'); Nasri (Kranevitter 46'), Vitolo, Mercado (Sarabia 46'); y Correa.
Goles: 1-0 (25') Suárez;
2-0 (28') Messi;
3-0 (33') Messi.
Árbitro: Carlos Clos Gómez, del comité aragonés. Mostró cartulina amarilla a Piqué (min.15), Iborra (min.38), Busquets (min.70), Rakitic (min.78) y Aleña (min.84). Expulsó a Vitolo (min.58 y min.90).
Incidencias: partido correspondiente a la trigésima jornada de LaLiga Santander, disputado en el Camp Nou ante 85.511 espectadores, según datos ofrecidos por el FC Barcelona.