(0-0) Valencia CF-Sevilla FC: Sin 'Plan B' al Amateurismo

Las dinámicas y el punto amarrado invitan a un análisis matemático positivo, pero las sensaciones dificultan que se aprecie el vaso medio lleno. Porque este Sevilla continúa a un abismo de aquel que transmitía alegría, chispa, valentía y que sólo se entendía como protagonista. Sampaoli, con la mente en su futuro, ha renunciado por completo a los conceptos que tanto pregona pero sin un plan B detallado, lo que aboca al equipo a una indefinición que sólo compensa a base de impulsos y arranques individuales. Ante un Valencia animoso, nunca despertó como bloque sino gracias a episodios puntuales como la forzada entrada de Jovetic, que gozó de varias ocasiones, las arrancadas de Correa o la determinación de Escudero en la segunda parte. No se percibe trabajo colectivo, ni soluciones desde el banquillo, pues por cuenta del técnico sólo corrió no dotar al ataque de un delantero de referencia y, con 0-0, priorizar el blindaje de la media a buscar medidas para perseguir el triunfo, no agotando ni siquiera los tres cambios en un equipo visiblemente cansado.

Como en el Camp Nou, Sampaoli partió sin un delantero de referencia en Mestalla, con Correa como hombre más adelantado y respaldado por una segunda línea en la que Sampaoli le hizo sitio a Vitolo junto a Sarabia y Franco Vázquez. El regreso del canario forzaba a sacrificar a un componente del ataque contra el Depor y el técnico, a pesar de su gol y aportación, sentó a Jovetic, lo que dejaba al equipo sin un punta natural. Esta decisión propiciaba que cuando el ‘Tucu’ tendía hacia el costado izquierdo, donde se halla más cómodo, no hubiera nadie para el remate. No obstante, el destino quiso que el argentino tuviera que rectificar al cuarto de hora por lesión de Vitolo, lo que conllevó la entrada del montenegrino y el desplazamiento de Correa a la zurda. Hasta ese momento el Valencia, con una presión adelantada, había marcado el ritmo y desenvuelto en los dominios de un Sevilla sin presencia en la medular y aferrado al pelotazo perdido.

En ese tramo, Zaza conectó una volea fuera y Sergio Rico respondió con una soberbia intervención a un disparo de Orellana. Sin embargo, este cambio obligado impulsó anímicamente a los nervionenses e inmediatamente después Sarabia robó cerca del área che y Jovetic estrelló su disparo en el palo. Las fuerzas se equilibraron. Los de Sampaoli se estiraron y ejercieron una presión selectiva que le permitió generar más peligro que en las posesiones estáticas. El Valencia buscaba siempre a Zaza, ya fuera para que la bajara de espaldas o para el remate con centros desde las dos bandas. Pareja y Lenglet, con sumo esfuerzo, se turnaban para frenar al poderoso italiano, pero el problema residía en las facilidades concedidas a los che para pensar en tres cuartos y servir al área, consecuencia de que el doble pivote no apretaba lo suficiente o, en ocasiones, por el excesivo repliegue. En unas de as acciones por los carriles, Montoya penetró, la puso atrás y el cabezazo de Munir lo salvó en la línea Mariano. 

Arriba, Jovetic trataba de asociarse con Correa, el más descarado y atrevido, o el Mudo Vázquez, pero el Sevilla circuló menos de lo deseado en las proximidades de Diego Alves por sus dificultades para avanzar con el esférico controlado y el abuso del fútbol directo. Una faceta en la que debería mejorar en la segunda parte para que sus ‘jugones’ entraran más en contacto con la pelota y no se dependiera de una salida rápida.

Pero lo cierto es que los sevillistas no transmitían seguridad con la posesión, con regalos constantes como el que desperdició Munir en la reanudación tras fallida entrega horizontal de Jovetic. Quemaba el balón y se carecía de frescura que sí se apreciaba en un Valencia con la chispa muy ajustada. No obstante, al igual que en el primer acto con un lanzamiento raso de Sarabia, el Sevilla inquietó con tentativas lejanas -Escudero rozó el larguero con una falta desde más de 20 metros-.

En la salida no había ofrecimientos para apoyarse, lo que limitaba la propuesta ofensiva de los hispalenses a contragolpes con extenso terreno por delante, para lo que, eso sí, contó con el plus de que Escudero, muy retrasado hasta entonces, había comenzado a animarse. Sus cabalgadas habilitaron en el 61’ a Jovetic, que no llegó por muy poco, y luego a Correa, al que Alves tapó con acierto tras un toque de más. Antes, en el 57’, el montenegrino culminó una contra con un lanzamiento fuera cuando disponía de opciones de pase. Las superioridades creadas con las incorporaciones del vallisoletano atemorizaron a los ches y provocaron un paso atrás que convirtió el choque en un intercambio de contras. En una de ellas, Rico salvó un mano a mano con Zaza, al que el árbitro anuló un gol por acomodarse el esférico con la mano, mientras que en otra González González obvió el evidente atropello de Alves a N’Zonzi en el borde del área.

Para controlar este correcalles, Sampaoli apostó por reforzar la zona ancha con Montoya en el 82’ en vez de refrescar el ataque con Ben Yedder, por ejemplo, y prácticamente ya no ocurrió nada más, con el Sevilla sin claridad para rebasar la línea de contención blanquinegra y justo de ideas cuando lo consiguió, como reflejó el ‘Chaque’ en una arrancada hacia la nada. El técnico argentino no utilizó siquiera el tercer cambio y se alcanzó el final con un empate que aleja la tercera plaza (ahora a tres puntos) y deja la impresión de que, con una mayor competitividad, el Sevilla sólo ha esquivado un bache que no ha conseguido desterrar por completo.

Ficha técnica:

Valencia: Diego Alves, Montoya, Garay, Mangala, Lato, Enzo Pérez, Carlos, Soler, Parejo (Santi Mina, m.87), Orellana (Nani, m.80), Munir (Cancelo, m.74) y Zaza.

Sevilla: Sergio Rico, Mariano, Lenglet, Nico Pareja, Escudero, N,Zonzi, Iborra, Sarabia, Vitolo (Jovetic, m.15), Correa y Franco Vázquez (Montoya, m.82).

Árbitro: González González (colegio castellano-leonés). Amonestó por el Valencia a Lato, Enzo Pérez y Soler y por el Sevilla a Jovetic e Iborra.

Incidencias: partido disputado en Mestalla ante 37.000 espectadores. En los prolegómenos del encuentro se rindió homenaje a Carlos Marchena, ex jugador internacional por España y campeón del Mundo, que se formó en la cantera del Sevilla y jugó nueve años en el Valencia.