El entrenador del Málaga,
José Miguel González 'Míchel', comentó este domingo que el
Sevilla, al que se medirá el lunes en el estadio de
La Rosaleda, "es un rival tremendamente duro y competitivo", un equipo con "mucho brío" que "no es fácil dominarle".
El técnico madrileño, en su comparecencia previa al partido, dijo que el conjunto sevillista tiene jugadores de "calidad y habilidad" y "no es un rival que está en horas bajas", ya que hasta "hace bien poco estaba luchando con los más grandes de la Liga".
Míchel, que fue entrenador del
Sevilla hace varias temporadas, apuntó que tener "enfrente a un equipo como ese", más el hecho de ser un duelo regional, "es suficiente argumento como para estar con los ojos bien abiertos".
El entrenador malaguista añadió que, independientemente de medirse a otro equipo nervionense, el
Sevilla es "uno de los grandes del fútbol español".
"El partido es especial por todo y porque estamos en buena racha. Hemos pasado de estar abajo a la zona media y con aspiraciones dentro de lo que cabe para estar un poquito más arriba", relató.
Míchel incidió en que por ello el partido llega "en un buen momento" y que espera que lo puedan "aprovechar ante un rival que siempre llama la atención".
En cuanto a su colega en el banquillo sevillista, el argentino
Jorge Sampaoli, indicó que le gustan "todos los entrenadores y cada uno tiene su método y todos son muy válidos".
Precisó que
Sampaoli es un "hombre con mucho prestigio, sobre todo en Sudamérica" y que en su entrada en Europa, "como a todos les pasa, va adquiriendo diferentes experiencias en todos los sentidos".
"Ha venido a la mejor Liga del mundo y ha estado a la altura, por lo menos hasta este momento", subrayó Míchel, quien alabó al segundo entrenador del argentino,
Juanma Lillo, cuya "ayuda ha sido fundamental" para pensar en que "ha sido un dupla muy buena y va a estar en 'Champions' el año que viene".