La cuenta atrás se ha activado y el Sevilla se encuentra en una situación que convierte en una verdadera
final por la Champions la cita del viernes contra la Real Sociedad. La derrota contra el Málaga ha supuesto un paso atrás que lo ha alejado de la tercera plaza y ha apretado la lucha por la cuarta ante la presión de
Villarreal y Athletic, a cinco y seis puntos de los nervionenses. En condiciones normales debería ser una renta suficiente pero el calendario depara en la penúltima jornada la visita a un Santiago Bernabéu en el que puntuar parece improbable, de ahí la imperiosa necesidad de retener los tres puntos contra los donostiarras en el Sánchez Pizjuán.
Un carácter definitivo que se reconoce en el propio vestuario sevillista, donde son conscientes de que el viernes se la juegan. Así lo expresa, por ejemplo, el capitán,
Vicente Iborra: “Derrota dura. Momento de levantar cabeza, trabajar y afrontar la final del viernes todos juntos”.
Si falla, es posible que el Athletic, con el que tiene perdido el ‘goal-average’, se le acerque peligrosamente, ya que el
Villarreal lo tiene complicado al medirse con el
Barcelona en el Camp Nou. La clave será llegar dependiendo de sí mismo a la última jornada, en la que el
Sevilla recibe a
Osasuna.
En cuanto a la tercera plaza, los tres puntos de desventaja más uno por el ‘goal-average’ en contra
obligan al Sevilla a ganar todo y que el Atlético fallase en dos partidos, lo que difícilmente ocurrirá. Por ello, ahora lo prioritario es cerrar el pase a la Champions.
Álvaro Palomo2 min lectura