Aunque hace tiempo que la dirección deportiva trabaja en la planificación de la próxima temporada, aún falta el requisito principal para que el nuevo proyecto arranque de verdad: la confirmación del nuevo capitán de la nave.
Un paso indispensable y preferente que requería como inevitable condición la desvinculación de
Jorge Sampaoli, lo que, al fin, se produjo en el día de ayer después de un compás de espera en el que los nervionenses tampoco han perdido el tiempo tal y como ha explicado este diario.
De hecho, mientras negociaba sus condiciones con la
AFA, en Nervión se han ido tratando diversos aspectos de la planificación con el elegido para asumir los mandos, un
Eduardo Berizzo al que, salvo giro mayúsculo, sólo separa del
Sevilla la oficialidad, pendiente exclusivamente de la desvinculación de Sampaoli, que se confirmó ayer con su presentación con Argentina.
El 'Toto' y su entorno se han reunidos en varias ocasiones con el
Sevilla, una de ellas en Madrid, y han mantenido un contacto fluido vía telefónica para cerrar los flecos e intercambiar datos referentes al diseño del plantel 17/18. De esa manera, el técnico realizó un informe sobre lo que necesitaría para mejorar plantilla y poder adelantar trabajo a la espera de que se consumase su anuncio.
Es cierto que el acuerdo en lo económico se resistió más que en lo deportivo, en el que pronto alcanzaron una entente, pues a
Berizzo le seduce sobremanera la posibilidad de dirigir a un equipo como el
Sevilla que repetirá el curso que viene en
Champions. El problema radicaba en que en Nervión le ofrecían 1,5 millones y el técnico pedía dos, lo que probablemente se haya solucionado con un término medio o variables en función de objetivos para alcanzar esa cifra.
Sea como fuera, el acuerdo alcanzado entre
Sampaoli y la
AFA, que no resultó sencillo por las concesiones que Argentina obligó a hacer al de Casilda, deja vía libre al
Sevilla para oficializar la designación de
Eduardo Berizzo como nuevo técnico. Entente en la que participó obviamente
Fernando Baredes, el abogado del que renegó el entrenador cuando se supo a mediados de abril que se había reunido en Barcelona con
Chiqui Tapia, mandatario de la Asociación de Fútbol de Argentina. La reunión duró unas seis horas y hubo momentos en los que corrió peligro el entendimiento, si bien el flamante seleccionador argentino cedió en diversos aspectos financieros para cumplir su sueño de dirigir al combinado de su país.
Ya por la noche, poco antes de su presentación como seleccionador, el
Sevilla anunció la desvinculación tras la firma de documentos. El fin de un culebrón que supone el comienzo de una nueva etapa en
Nervión con la inminente llegada de su relevo.