Reforzar el eje de la zaga se ha convertido en
una prioridad para el Sevilla y la idea es no escatimar en gastos. El elegido es
Simon Kjaer y, después de que el Fenerbahçe rechazara sendas ofertas de cinco y ocho millones de euros, más el pase de Montoya,
los rectores nervionenses soltarán los 11 kilos que pide su club, si bien algunos medios turcos elevaban en la noche del sábado la operación
a 13 millones.
Desde el miércoles, la prensa otomana viene hablando de un acuerdo total para el traspaso del danés en las referidas cantidades, aunque ayer, la entidad turca llevó a cabo una reunión ordinaria de su consejo, donde explicaron que,
“por el momento, no se ha cerrado nada con respecto a Kjaer”, según señaló su secretario general, Mahmut Uslu, que añadió: “Las conversaciones continúan”.
Según ha podido saber ED, sin embargo,
las negociaciones se remataron en la jornada del sábado y mañana podría aterrizar el que sería el defensa más caro de la historia blanquirroja, síntoma evidente del cambio en la política de fichajes de un Sevilla que
ya ha invertido 49 millones en cinco futbolistas.
Simon Kjaer coincidiría, además, con el que ahora mismo es el cuarto jugador en
este particular ranking, un Lenglet que el pasado mes de enero aterrizó en el Sánchez-Pizjuán a cambio de cinco kilos, los mismos que costó en 2010
Alexis Ruano, el primer español de esta lista, y la mitad de lo que se pagaría en principio por el danés, lo que realza la importancia de la inversión prevista.
Sólo otros tres zagueros, de hecho, superan esa barrera de los cinco millones, siendo
Abdoulay Konko, que llegó en el verano de 2008, el más caro hasta la fecha, al costar 8,5. El francés, sin embargo, no pudo triunfar como sevillista, siendo traspasado dos años y medio después al Genoa por seis kilos.
Como el francés, tampoco tuvo un gran recorrido en Nervión
Aquilvaldo Mosquera, fichado por 8 kilos en 2007, todo lo contrario que Squillaci, que con 6,5 millones completa en estos momentos un podio del que podría salir si llega Kjaer, y que ofreció rendimiento deportivo y económico, puesto que con su traspaso al Arsenal se recuperó la inversión realizada. Ahora, la esperanza es que el danés también haga honor a su precio.
Fernando Mateos3 min lectura