Basaksehir: Un club atípico y sin 'infierno'

El Basaksehir fue la gran revelación del fútbol turco la temporada pasada. Su modelo se basa en una gestión más racional que el resto de equipos otomanos. Una diferencia que les ha permitido crecer exponencialmente y que le convierte en un club muy atípico en Turquía.

En 2017 recogió el fruto de un trabajo bien hecho que les ha permitido llegar a la elite. Y la idea es quedarse en ella pese a tener que competir con los gigantes de Estambul: "Besiktas, Galatasaray y Fenerbahçe son grandes clubes, con más de 100 años de historia y una enorme base de aficionados, pero sus debilidades son nuestras fortalezas. Ya hemos peleado con ellos y el año pasado luchamos por el título hasta acabar segundos. Lo más difícil es mantener este nivel tan elevado, pero vamos a dar lo mejor de nosotros para conseguirlo", explica el vicepresidente de la entidad estambulita, quien se refiere a otra particularidad del Basaksehir, un equipo otomano cuyo estadio se aleja del clásico ‘infierno’ turco y en el que no habrá lleno el miércoles contra el Sevilla: "Nuestro estadio tiene capacidad para 17.300 espectadores, tenemos 8.000 abonados y esperamos que acudan al estadio unas 15.000 personas".