Sevilla 1-1 Espanyol: Desde que estuvo Banega y hasta que Banega quiso

Sevilla 1-1 Espanyol: Desde que estuvo Banega y hasta que Banega quiso
Banega ni salió de inicio ni acabó el partido. - Carlos Pérez (@carlosperezED)
Carlos PérezCarlos Pérez7 min lectura
Era la primera final liguera de 38, y Berizzo actuó en consecuencia, saliendo a por todas. O eso creía, al acumular muchísimos hombres de perfil ofensivo. Los nueve cambios que realizó en su alineación, respecto al equipo que jugó en Turquía, tenían múltiples lecturas. La primera, que no quería confianzas para la vuelta ante el Basaksehir, en un partido que se antoja vital para la entidad, por lo que supone -no sólo económicamente, que ya es mucho- estar en la Liga de Campeones. Pero, además, dejaba claro que el 'Toto' tiene una plantilla supercompetitiva, en la que confía plenamente, hasta el punto de poner al segundo portero (¿o los dos son ya primeros porteros?), al comodín Sarabia como lateral zurdo o a Lasso en paralelo con Ganso. Y ahí, a la postre, estuvo el problema.

En sólo unos pocos minutos, Nervión rememoró esa antigua sensación de echar de menos a Banega, el gran protagonista de la noche.

El partido aún no había comenzado y el Sánchez-Pizjuán ya tenía los pelos de punta, por el emocionantísimo homenaje brindado por la entidad a las víctimas del atentado en Cataluña. Y el arranque no ayudó a bajarlos. Lasso perdió un balón en la salida, Baptistao tuvo metros para correr, se plantó solo ante David Soria y éste sacó una mano providencial, evitando el 1-0. Nervión aplaudió y, segundos después, aplaudió aún con más fuerza, al comprobar que su portero se había lesionado y que tenía que ser sustituido por Rico. En el minuto dos.

Los sobresaltos no cesaron con un Sevilla partido por el centro. Antes del minuto de Puerta, Gerard Moreno dio otro aviso, tras una nueva pérdida. La zona ancha no funcionaba porque Lasso y Ganso son más de último pase (sólo 20 cada uno en la primera parte), mientras que NZonzi, con dos laterales tan ofensivos, tenía que ejercer casi de líbero. Sin seguridad con balón ni sin él, los de Berizzo debían entregarse a sus bandas. Por la derecha la puso Jesús Navas -jugó como si nunca se hubiese ido- y Nolito remató, haciéndose Pau López una de las paradas de la noche. De seguido, Rico respondió, tras un remate de Baptistao, y finalmente llegó 'el momento VAR': Nolito botó cerradísimo un córner, Pau sacó la bola y Lenglet la empujó. Según los jugadores del Espanyol, no entró entera. El caso es que el árbitro, sin Ojo de Halcón, lo dio por válido.

Con el 1-0 (26'), el Sevilla se creció, más por impulso que por fútbol, y tuvo hasta dos ocasiones seguidas para ampliar la ventaja. Muriel, que no es Bacca, pero que recuerda a su compatriota, tuvo un par de ellas. Estaba Pau. Baptistao, quien aprovechó una nueva mala entrega, esta vez de N'Zonzi, seguía a lo suyo. Es decir, corriendo hacia la meta local. Ni Lenglet ni Kjaer, en esta ocasión, supieron pararle y no perdonó. Un año después, la misma historia, los mismos regalos absurdos y las mismas carreras de los jugadores del Espanyol. Al descanso se llegó con 1-1 como se pudo llegar con 3-3.

Berizzo no tardó en tirar de Banega, claro. El sacrificado fue Lasso, una víctima del errático plan inicial. No es que hubiese hecho el técnico muchos cambios, que para eso la plantilla vale una millonada, es que no los mezcló bien. Con el '10' sobre el césped, el Sevilla fue otro. Comenzó a tocar, a ganar metros, a percutir por fuera y a rematar. De no ser por Pau, seguramente la historia hubiese sido muy distinta, pero el meta perico lo paró todo y a Banega, incomprensiblemente, se le cruzaron los cables y acabó expulsado, por decirle algo al árbitro ("La concha de tu madre") cuando ya se masticaba la victoria.

Quedaban cuatro más la prolongación para el final y ya no se jugó más. Realmente, el Sevilla sólo jugó desde que entró Banega y hasta que éste se autoexpulsó. En Getafe, como mínimo, no estará, pero Berizzo ya es consciente, al menos, de que el fútbol del equipo no cuaja si la mezcla no es buena.  

- Ficha técnica:

Sevilla: Soria (Sergio Rico, m.5); Corchia, Kjaer, Lenglet, Sarabia; N'Zonzi (Pizarro, m.73), Borja Lasso (Banega, m.54); Jesús Navas, Ganso, Nolito; y Muriel.

Espanyol: Pau López; Javi López, David López, Naldo, Aarón; Jurado (Hernán Pérez, m.74), Javi Fuego, Diop, Piatti (Granero, m.60); Baptistao y Gerard Moreno.

Goles: 1-0, M.26: Lenglet. 1-1, M.35: Leo Baptistao.

Árbitro: Alejandro Hernández Hernández (Comité Las Palmas). Expulsó con roja directa al local Banega (m.84), por decirle algo al árbitro después de que le sacara una amarilla en ese mismo minuto. También amonestó al sevillista Nolito (m.90) y a los visitantes Diop (m.16), Leo Baptistao (m.55) y David López (m.91).

Incidencias: Partido de la primera jornada de la Liga Santander disputado en el Ramón Sánchez Pizjuán ante unos 30.487 espectadores. Césped en perfecto estado. Se guardó un minuto de silencio por las víctimas de los atentados terroristas del jueves en Barcelona y Cambrils (Tarragona), los exdirectivos Hermenegildo Gutiérrez de Rueda y Rogelio Sánchez, y los aficionados sevillistas fallecidos la pasada temporada.
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