Navas, fuente de alimentación inagotable

El tiempo no ha pasado por Jesús Navas. Ha regresado cuatro años después y ha recuperado su lugar como si nunca se hubiera marchado. Con la misma energía. Con el mismo descaro. Como una fuente de alimentación inagotable para la generación de peligro nervionense.

Ayer, en su reestreno oficial en el Ramón Sánchez-Pizjuán recordó a los sevillistas lo que habían vivido en tantas ocasiones temporadas atrás, cuando el 'Duende' se cargaba el equipo a sus espaldas y le sacudía con su electricidad innata. Con incursiones continuas. Encarando siempre. Y siendo el futbolista más activo de los suyos. Contra el Espanyol lo fue, despertando al Sevilla de su letargo a base de impulsos. De desbordar a su marcador y obligar al rival a doblegar la vigilancia con la consecuente apertura de espacios.

En la primera parte avisó con varias internadas y en la segunda se convirtió en absoluto protagonista, hasta el punto de que el equipo volcó el ataque sobre la derecha. Navas ha vuelto como se fue.