Banega: tan necesario como un 'cooling break'

Como un ´cooling break´, como un tiempo para hidratarse. Así de necesaria fue ayer la entrada de Éver Banega al césped del Sánchez-Pizjuán, donde el Sevilla de Eduardo Berizzo se estrellaba ante la inteligencia malaguista en defensa y carecía de alternativas en la búsqueda del gol, focalizada en las carreras de Luis Muriel y en la conducción del ´Tucu´ Correa, a la vez que carecía de ese enganche entre líneas que el ´Mudo´, ayer, nunca consiguió ser.

Y así, hasta 14 fueron las ocasiones en las que los de Nervión cayeron en el fuera de juego, echándose de menos esa figura que supiera filtrar los pases e impusiera tempo en una zona ancha que Pizarro sostenía. Ese, lógicamente, fue Banega, un futbolista que trabajó desde la línea de creación y que le dio mayor libertad al juego sevillista, que se encontró con un gol de penalti, que marcó el propio Banega, y que acabó matando al Málaga con un 2-0 obra de Muriel. Antes del epílogo, le dio tiempo, también, de dejar a Nolito en posición franca.