ANÁLISIS

Entre la calma y la alarma en la tempestad

Entre la calma y la alarma en la tempestad
Kjaer no tuvo su noche en Moscú. - F. M.
Fernando MateosFernando Mateos 5 min lectura
Después de dos derrotas consecutivas, tres si se cuentan sólo los partidos a domicilio, ante Atlético, Athletic y Spartak en las primeras pruebas exigentes del calendario, se puede afirmar sin temor a la equivocación que el Sevilla de Berizzo está ante su primera crisis

Hasta ahora, los resultados eran el mejor aval de un proyecto que ni mucho menos enamoraba por su juego, y al que la abultada e indecorosa derrota en Moscú ha dejado en entredicho. Al menos, para los cientos de sevillistas que tras el partido, aún en caliente, pedían incluso una decisión drástica en busca de soluciones, convirtiendo en ´trending topic´ nacional el #BerizzoVeteYa con el que pedían la cabeza del técnico argentino.

Quizás por ello, rostros reconocibles como Vicente Iborra salían al paso en el hervidero que eran las redes sociales para mostrar su férreo apoyo al equipo que capitaneó hasta hace sólo unos meses.

"En las buenas y ahora... siempre contigo SFC", escribió el valenciano en su cuenta de Twitter, donde el mensaje que más caló, no obstante, fue el de otro mítico ex capitán nervionense como Andrés Palop, erigido en portavoz de aquellos que apuestan por el sosiego, y no por la alarma, en medio de la actual tempestad.

"Pensamientos en caliente, difícil ser positivo. Derrota dura pero ahora es momento de cerrar filas, trabajar duro. Recuerden que al Sevilla F.C. se le tienen ganas en todos lados, signo de grandeza que se ha ganado a pulso. Hay tiempo, hay margen de maniobra. No seamos catastróficos y no nos hagamos daño. Este club tiene credibilidad ganada en el verde. Miremos hacia adelante. Siempre SFC", destacó el ex guardameta, recibiendo con ello cientos de retuits con los que muchos otros sevillistas mostraban su confianza y tranquilidad.

Las redes sociales eran así el perfecto vivero de ese debate que también se percibe en el entorno de un Sevilla que ofrece argumentos para todos. Sin ir más lejos, en el choque disputado en tierras rusas, los pupilos del ´Toto´ dominaron muchas facetas que ayudan a algunos a pensar que la goleada sólo fue un accidente. Por ejemplo, la posesión (58% contra 42%), un factor principal cuando se quieren dominar los partidos, y por ende, las combinaciones entre sus jugadores. Así, los nervionenses intentaron 659 pases y finalizaron 551, con un acierto del 84%, mientras que el cuadro moscovita dio 311 de 380 intentos (82%).

Además, ese control se tradujo en una mayor presencia en campo rival, como refrendan los córneres lanzados: nueve de los sevillistas, tras uno de los cuales llegó el gol de Kjaer, por ninguno del rival, que por contra realizó bastantes más despejes (27 contra 4) y bloqueó hasta cinco disparos de los blanquirrojos, que no tuvieron que hacer ninguno.

Pero, sin duda, el dato más llamativo es el de los remates, con seis disparos a puerta de 17 intentos por parte sevillista, lo que arroja un porcentaje de efectividad del 16,6%, muy por debajo del 75% de los rusos: trece chuts, ocho entre los tres palos y cinco al fondo de las mallas.

De ello, y de los fallos defensivos que provocaron los tantos encajados, se deduce que el Sevilla no dominó las áreas. Y eso es un error capital, más allá de cualquier otra estadística, que ha desatado la tempestad en Nervión. Ahora, como siempre, unos piden calma y otros dan la voz de alarma.

Un fallo para "olvidar" en una noche "difícil"
Para Eduardo Berizzo, hubo un antes y un después de la ocasión fallada por Ben Yedder que pudo suponer el 1-2. Un error en una jugada clave que el delantero francés lamentó profundamente a través de su cuenta de Twitter. "Todo para olvidar hoy... muy difícil para mí... pero debemos avanzar y pensar en Valencia ya #vamosmisevilla", escribió. El sábado, en Mestalla, le llega su inmediata revancha.
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