El Sevilla cambia la dinámica negativa con una Copa balsámica

El Sevilla cambia la dinámica negativa con una Copa balsámica
El Sevilla cambia la dinámica negativa con una Copa balsámica - Curri Carrillo
Estadio DeportivoEstadio Deportivo 5 min lectura
El Sevilla culminó su maratón de cuatro encuentros seguidos fuera con una inyección de oxígeno al ganar 0-3 en el torneo copero al Cartagena, lo que le ha permitido con una Copa balsámica cambiar su pésima dinámica de tres derrotas seguidas, dos en LaLiga y una en la 'Champions', con diez goles encajados.
Los sevillistas se tomaron en serio el choque en el Cartagonova ante un rival de inferior categoría, brioso pero limitado, y en este contexto, dentro del buen tono general, se reivindicaron jugadores que no acaban de hacerse asiduos en su once como los centrocampistas Pablo Sarabia y el brasileño Paulo Henrique Ganso, que dio dos pases de gol, o el delantero argentino Joaquín Correa, autor del 0-2.
Con este reconfortante triunfo, el equipo del argentino Eduardo Berizzo ha respirado algo, ha tomado aire fresco, pero también es consciente de que con esto no basta, de que sólo debe ser el inicio de una recuperación más sólida, porque sabe que le queda la reválida de refrendarlo en sus dos próximas citas, si no decisivas, sí trascendentes.
El trío de partidos perdidos en sólo ocho días, que comenzó el 14 de octubre con un 1-0 y una mala imagen en Bilbao y se prolongó con dos severas goleadas en la Liga de Campeones ante el Spartak Moscú (5-1) y Valencia (4-0), abrió una crisis en el equipo sevillista, en el que incluso el 'Toto' Berizzo empezó a ser cuestionado.
Sin embargo, tras la dolorosa derrota de la pasada jornada liguera en Valencia, el presidente del club andaluz, José Castro, cortó el debate de raíz.
"Hemos confiado, confiamos y confiaremos en Berizzo, que era nuestra primera opción en verano. Y no sólo eso, sino que estamos convencidos y seguros de que va a triunfar en el Sevilla, como hicieron (Unai) Emery o (Jorge) Sampaoli", aseveró Castro.
Esa confianza no se palpa de forma tan contundente en buena parte del sevillismo, que no entiende las excesivas rotaciones del técnico argentino ni que no haya apostado por un once tipo, que compita y no sufra los altibajos de este reciente tramo de competición, si bien el objetivo del club, de la plantilla y de la afición sí es claro y coincidente.
En la parroquia sevillista todo el mundo espera que el freno a esta decepcionante racha tenga continuidad y se confirme en sus próximos encuentros, empezando por el sábado ante el Leganés en su vuelta a casa y a la fuerza que el Ramón Sánchez Pizjuán le imprime a todo el equipo, después de cuatro compromisos lejos de su estadio.
Con todo, el partido más próximo que está marcado en rojo en el calendario, sobre todo tras la humillación sufrida en Moscú, es el de la devolución de visita por parte del Spartak, el miércoles 1 de noviembre en la cuarta jornada de la Liga de Campeones.
Tanta importancia se le da a estos dos compromisos para que el Sevilla recupere su solidez y su alegría, perdida tras pasar del segundo al octavo puesto en LaLiga y del liderato del Grupo E de la 'Champions' a la tercera plaza, que Castro ha hecho un llamamiento a la afición para que se vuelque con el equipo en esas dos citas.
"Tenemos que reventar el Sánchez Pizjuán. Tenemos que ser una piña, con una plantilla y unos técnicos comprometidos al cien por cien. Si somos una piña, seguro que vamos a conseguir los objetivos deportivos", recalcó el dirigente sevillista, que insiste en pasar página de esas tres derrotas en las que su equipo encajó 10 goles, dos más que los 8 que lleva en contra en nueve jornadas de Liga.
Curri Carrillo
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