Noche de altos vuelos en Nervión. El marco, el rival, lo mucho que hay en juego... No falta ni un ingrediente. Huele a noche grande y el sevillismo siempre responde cuando siente la llamada de la historia. Aunque en esta ocasión, sólo los socios, la infantería más fiel, poblarán las gradas de un
Sánchez-Pizjuán convertido por derecho propio en el valor más seguro de un
Sevilla, el de
Berizzo, que sigue sin parecerse al que reclama su exigente afición.
Desde el 21 de noviembre de 2016, ante la
Juventus en este mismo marco, no ve el sevillismo caer a los suyos en su santuario. Veinticinco partidos han transcurrido desde entonces y ninguno de los visitantes ha logrado en este tiempo asaltar la fortaleza blanquirroja, que hoy puede asegurarse el hito de permanecer invicta un año natural.
A ello, y a la innegable calidad de un equipo que no termina de encontrar un sello propio, se aferra hoy un Sevilla que puede sellar su pase a los octavos de la
Champions a lo grande, con una victoria ante un clásico de
Europa con sed de venganza, por aquella mágica noche de
Basilea.
El triunfo, de prestigio, supondría sellar el primer objetivo del curso. Un empate, en cambio, obligaría a ganar en la última jornada al
Maribor, 'cenicienta' del grupo, en
Eslovenia, mientras que una derrota complicaría mucho un pase que quedaría en manos de terceros, aunque los del 'Toto' contarán hoy con la ventaja de saber qué ha hecho el
Spartak antes.
Para bien o para mal, sin embargo, el resultado que se dé en tierras rusas no debe afectar lo más mínimo al planteamiento de un conjunto nervionense que quiere vivir en campo rival, consciente del tremendo peligro de un
Liverpool que llega con un póquer temible en la vanguardia:
Coutinho, Mané, Firmino y Salah, que suma 14 goles en los 18 partidos oficiales que ha disputado.
Para contrarrestar ese potencial y el gran momento de forma ‘red’, con cuatro victorias seguidas y un gol encajado en ellas,
Berizzo apostará por sus mejores hombres y devolverá por ende la titularidad a un
Banega que por mor de las 'sui generis' rotaciones del argentino no sabe lo que es salir de titular ante su afición en
Liga.
El fútbol asociativo del rosarino se antoja fundamental en un equipo al que le cuesta ver portería, si bien para ello regresará, a priori,
Ben Yedder, su estilete más fiable. Aunque
Muriel viene de 'mojar' y reivindicarse, como un
Nolito que también podría perder su puesto en favor del recuperado
Correa, cuya frescura de piernas le otorga más opciones en una batalla que se presume muy física.
Además, se da por segura la vuelta de
Sergio Rico a la meta, mientras que la zaga se verá reforzada con
Kjaer en el eje y
Mercado, restablecido de sus molestias, en el lateral diestro en lugar de
Corchia, apto pese a salir tocado ante el
Celta.
Todo ello, con el ya inamovible doble pivote
Pizarro-Nzonzi que otorga mayor consistencia a la espera de que llegue un mejor fútbol. Con esa esperanza, hoy es el día para dar el gran golpe. El objetivo es estar entre los 16 mejores del continente y para ello,
Nervión es el mejor aliado.
Fernando Mateos4 min lectura