Berizzo ha inspirado al
Sevilla. Su coraje ha calado hondo en un vestuario al que ahora le late el corazón al ritmo que precisan las aspiraciones nervionenses y que ha pasado de bajar los brazos ante la adversidad a alzarlos con una valentía que les ha transmitido el técnico con su entereza y capacidad para enfrentarse a la realidad.
Este equipo ha recuperado el espíritu del 'nunca se rinde' y ayer lo elevó sobremanera con una remontada ante un rival directo que había encarrilado el triunfo pero que presenció con impotencia como los hispalenses volvían a levantarse con un reacción meteórica para reclamar su cuota de protagonismo en la lucha por la
Champions. Los futbolistas le mandaban fuerzas al
'Toto' con un mensaje en las camisetas antes del choque y se la dieron de la mejor forma posible, con una victoria trascendental y acorde a un Sevilla que poco a poco se acerca a la versión deseada.
En busca de ella, el técnico partió de inicio con el once esperado, con
Banega en el doble pivote junto a
Pizarro, posición en la que guió al
Sevilla en la sensacional segunda parte ante el
Liverpool. El argentino se halló cómodo entonces más retrasado y ayer repitió con el mismo objetivo, por detrás de su compañero en la revolución contra los 'Reds', un
Franco Vázquez entre líneas flanqueado por
Sarabia y
Correa. Entre los dos se entienden, generan línea de pase y cuando se encontraban los visitantes rompían el orden del
Villarreal, intenso en la presión desde la salida del esférico.
Esta conexión propició los puntos álgidos de la propuesta nervionense en el arranque, con apoyos en los costados, si bien no se prodigaron en exceso, y era con espacios a la espalda cuando más peligro creaba, como en la llegada que finalizó con disparo de
Sarabia o en un fuera de juego discutible de
Muriel cuando encaraba a
Barbosa. Sin la pelota, los de
Berizzo comenzaron cohesionados, minimizando espacios en propio campo para compensar el menoscabo en la resta que supone prescindir de
N'Zonzi, pero en cuanto los amarillos aceleraban su pausado ritmo y abrían el campo, la contención se desarmaba y las desaplicaciones se multiplicaban en la marca, pecado mortal en el 1-0 de
Bakambu:
Fornals recibió solo y dispuso de tiempo para habilitar al francés para, sin oposición, fusilar a
Rico.
Los de
Nervión sufrían por las bandas,
Pizarro debía cubrir demasiado verde y siempre había un futbolista liberado para el remate, como
Bacca en una oportunidad malograda por poco por el exsevillista. No hubo una respuesta contundente tras el gol, con una circulación previsible, cómoda para la resistencia rival, que sólo inquietaba cuando
Banega hallaba una fisura para filtrarla a la segunda línea, donde
Correa avisaba pero no atizaba en los últimos metros y a
Muriel le sobraba un recorte para definir.
Básicamente, el sempiterno lastre en ambas áreas, aunque en esta ocasión con menor grado de amenaza a un
Barbosa casi inédito. Se precisaba más mordiente, más intensidad para lacerar la disciplina amarilla y recuperar una medular con tonos locales. Pero el cabezazo en solitario de
Fornals en el inicio reanudación no presagiaba ninguna mejoría y era el preludio del que parecía el gol definitivo del
Villarreal tras una galopada de
Bacca que superó en velocidad a
Carole y salvó la salida de Rico. 2-0. Todo apuntaba a que se repetiría la historia de las visitas de enjundia pero la que se rememoró fue la del martes, con una respuesta exprés completamente inesperada, ya marca de la ca de un
Sevilla que ha aprendido a crecerse ante los golpes.
Lenglet aportó la esperanza con el 2-1 dos minutos después del tanto del colombiano y sólo tres más tarde
Franco Vázquez establecía el empate con un remate con efecto que expuso a
Barbosa. 2-2. Quería más el Sevilla ante un
Villarreal aturdido, impulsado por ese carácter que ha desarrollado en esta última fase del curso, y encontró premio con una cabalgada de Mercado que finalizó con un derribo, expulsión de
Víctor Ruiz y penalti transformado por
Banega para culminar una remontada de valor incalculable. De las que mandan a sus rivales un serio aviso de sus intenciones y establece un punto de inflexión. El
Sevilla de
Berizzo ya va en serio.
- Ficha técnica:
Villarreal: Barbosa; Mario, Álvaro, Víctor Ruiz, Jaume Costa; Rodri (Ramiro 48'), Roberto Soriano (Sansone 69'), Trigueros (Pau 84'); Fornals, Bacca y Bakambu.
Sevilla F.C.: Sergio Rico; Mercado, Geis, Lenglet, Carole; Pizarro, Banega; Sarabia (Jesús Navas 90'), Franco Vázquez (Krohn-Dehli 68'), Correa; Muriel (Ganso 93').
Goles: 1-0 (19') Bakambu;
2-0 (53') Bacca;
2-1 (56') Lenglet;
2-2 (58') Franco Vázquez;
2-3 (77') Banega, de penalti.
Árbitro: Alberola Rojas (castellano-manchego). Por parte local, mostró cartulina amarilla a Jaume, Víctor Ruiz, que fue expulsado por doble amonestación en el minuto 77; por parte visitante, amonestó a Pizarro, Banega, Correa.
Incidencias: Estadio de la Cerámica.