Es algo tan evidente que incluso hay 'memes' que circulan por las redes sociales y que han aportado una acepción nueva del tradicional lema sevillista: 'Dicen que nunca se rinde... antes del minuto 45'. Rendir, de rendimiento, no de rendición, que eso tampoco lo hace.
Y es que, bromas de internautas aparte, a pesar de haber 'tirado' las primeras partes en tres encuentros seguidos, el
Sevilla lo ha bordado después de la reanudación y se abona a las remontadas épicas, algo que no había sido capaz de hacer hasta hace sólo 10 días.
Hasta el pasado 18 de noviembre, todos los partidos en los que el
Sevilla encajaba el primer gol acababa perdiendo. Sucedió ante
Atlético,
Athletic,
Spartak,
Valencia y
Barça.
Ese 18-N, los de
Berizzo vieron como
Maxi Gómez ponía por delante al
Celta en el Ramón Sánchez-Pizjuán en el minuto 13', pero los nervionenses le dieron la vuelta a ese 0-1 gracias a los goles de
Muriel (36') y de
Nolito (48').
Peor aún fue el primer acto sólo tres días después, cuando se fueron al descanso perdiendo por 0-3 ante el
Liverpool. Tras el paso por vestuarios, salió otro
Sevilla totalmente distinto y
Ben Yedder por dos veces (51' y 60') y
Pizarro (93') lograron empatar.
La tónica tuvo continuidad el domingo en
Villarreal: de un 2-0 con claro dominio amarillo se pasó al 2-3 gracias a
Lenglet (56'),
Franco Vázquez (57') y
Banega (78'). La fe y la insistencia son elogiables, pero como apuntó el propio
Banega: "Hay que trabajar para que no suceda, pues habrá partidos en los que no podamos remontar".