Dijo Jorge Sampaoli, cuando aún estaba el mercado abierto, que no iba a presionar a
Paulo Henrique Ganso para que se marcharse, pero la realidad es que no cuenta absolutamente nada con él brasileño, un habitual descarte de sus listas de convocados, incluso cuando, como esta semana, el técnico de Casilda está obligado a rotar.
El ex del Sao Paulo y Santos, que llegó a cambio de
10 millones de euros en verano, recibió algunas propuestas en enero, sobre todo
de Turquía y de su país, aunque todas eran bajo una fórmula de cesión que el Sevilla no aceptaba.
Este sábado ha trascendido en Brasil que uno de los que más empeño ha puesto en llevarse a Ganso es el
Gremio Porto Alegre, club que ahora trata de hacerse con
Lucas Barrios (quieren un jugador de renombre, para la Libertadores), tras encontrarse con
dos escollos principales a la hora de intentar hacerse con el sevillista: por una parte, las cantidades exigidas por el club nervionense; y, por otra, el
elevado salario del propio Ganso.
Así las cosas,
Gremio ha desistido y el brasileño continúa en Sevilla, concretamente, en la grada del Sánchez-Pizjuán.
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