Blanco o negro. El desenlace de
2017 para el
Sevilla en Anoeta no admite grises a pesar de que se ha cumplido el primer objetivo en
Champions y marcha quinto con el cuarto puesto a tiro. La exigencia en la que se ha instalado el club nervionense y las sensaciones transmitidas por un equipo sin un patrón definido han generado una crispación disparada por la pésima imagen en el
Santiago Bernabéu y el empate contra el
Levante y que sitúa esta noche al proyecto de
Berizzo en una encrucijada sin tonos de grises.
Una victoria ante la
Real Sociedad calmaría los ánimos y permitiría despedir el año con un trascendente impulso moral y deportivo con tintes históricos, pues, no en vano, alcanzaría su triunfo número 1.000 en Primera división. Una cifra prestigiosa que refleja el lugar privilegiado que ocupan los nervionenses en el fútbol español, y que sería un fantástico broche para cerrar 2017.
En cambio, una derrota e, incluso un empate -ya dependiendo del desarrollo del encuentro- dejaría tiritando la credibilidad del
Sevilla de
Berizzo y la ya cuestionada capacidad del técnico de Cruz Alta para reconducir el rumbo del equipo. Dos extremos de una misma cuerda que ya está muy tensada más allá de que la realidad numérica no se corresponda con tanto dramatismo en el entorno, si bien, lejos de ser unidireccional, los blanquirrojos comparten la necesidad con la Real, en pleno bache de resultados.
De hecho, los de
Eusebio acumulan cinco partidos sin conocer la victoria en
Liga y han caído hasta la undécima posición, por lo que también afrontan la cita bajo presión en el que será el último partido de
Vela. Tras un excelente arranque, la
Real se ha sumido en la irregularidad pese a su potencial del medio hacia adelante, lo que exigirá la máxima concentración que le ha faltado al
Sevilla en la mayoría de salidas importantes.
Con bajas sensibles atrás (
Lenglet y
Mercado),
Geis acompañará a
Kjaer en el eje de la zaga, con
Corchia y Escudero en las bandas, mientras que, por los argumentos realistas en el centro del campo, tendría sentido que apostara por
Krohn-Dehli para completar la medular junto a
Pizarro y
Banega, sin descartar al
'Mudo'. Para los flancos se postulan
Sarabia y
Nolito y arriba cabe la incógnita de si rotará en favor de
Muriel o mantendrá la fe en
Ben Yedder para celebrar las fiestas en Nervión con un halo de esperanza.