Si empatar ya era un botín insuficiente (firmó seis igualadas en una racha de siete partidos invicto), ahora que ni siquiera suma... Después de dos derrotas seguidas,
la situación del Sevilla Atlético es desesperada. Se acaba el año y se acerca el ecuador de la competición con
la salvación que marca el Nástic a ocho puntos, aunque los tarraconenses tienen un partido aplazado y la distancia podría incrementarse un punto más aún. Demasiada losa para un equipo que suele mantenerse vivo en los partidos, con resultados siempre ajustados, pero que no se lleva ninguno.
Una sola victoria en 19 partidos son números que justifican la pitada que se llevó Tevenet tras la última derrota ante el Oviedo. Pero el club, de momento, no ha volcado el pulgar hacia abajo y el técnico sevillista dispone de la que podría ser su última bala con la necesidad imperiosa de vencer. Lo hará ante un Numancia que quiere acabar 2017 en zona de promoción de ascenso, la cual ocupa, y con la importante baja de
Fede San Emeterio, que vio su quinta amarilla la pasada jornada y se suma así a las bajas de
Marc Gual, Álex Muñoz, Mena y Amo.
Para suplir al pivote cántabro, fijo en sus planes,
Tevenet, que está en el alambre, podría blindar el centro del campo con la entrada de
Yan Eteki y Aburjania, viendo aliviados sus problemas en ataque con el regreso de Carlos Fernández. Además, en defensa repetiría
Borja San Emeterio como central ante la falta de efectivos en esa maltrecha zona y la escasa confianza en
Konyk, siendo
el juvenil Viedma la gran novedad en la lista.
Arrasate, por su parte, ha avanzado que introducirá algún cambio en el once numantino ante las bajas por lesión de los hermanos
Valcarce y las de Unai Medina, Julio Álvarez y Pere Milla.