A seis días del derbi, en
Sevilla ya se respira la máxima rivalidad que se vive prácticamente todo el año pero se acrecienta considerablemente cuando se acerca la fecha marcada en el calendario. Porque en la capital hispalense el fútbol se siente y de ahí que los futbolistas alucinen con el ambiente en las calles, lo que le ocurre por ejemplo a
Pablo Sarabia, que, en una entrevista al 'Club del Deportista', no oculta que le sigue sorprendiendo. "Es increíble. Lo que más me sorprende es cómo puede convivir tanta gente del
Betis y del Sevilla. Es todo pasión, y eso no lo he vivido en ningún lado. Y esa guasa con la que lo viven. No tiene nada que ver con un
Madrid-Barcelona. Ni en el propio día del partido ni en la semana previa", explica el extremo nervionense, que no esconde que le gusta que le vean como el 'fichaje perfecto' por su relación calidad-precio: "El precio que pagó por mí el
Sevilla podría parecer hasta ridículo, pero el crecimiento y esa confianza que mostraron en mí es lo importante y lo que más valoro, independientemente de lo que costara o lo que cueste ahora".
Acto seguido,
Sarabia procedió a responder a un cuestionario más personal en el que dejó un apunte de lo más interesante, directamente relacionado con el paso al frente que dio desde que aterrizó en el
Sánchez Pizjuán. Y es que, cuando se le pregunta por un entrenador, el madrileño no duda y elige a
Jorge Sampaoli, técnico que confió completamente en él la temporada pasada en
Nervión a pesar de haber llegado pensando en el modelo de
Emery y con el que logró mostrar su mejor versión. En este sentido,
Sarabia se declara un admirador de la filosofía del actual seleccionador argentino y reconoce que aprendió mucho con él al mando. "Soy un total admirador de sus ideas. Yo jamás había creado una superioridad con el portero y él nos lo exigía, que el portero iniciara la jugada. Lo que hacía
Sampaoli junto con
Juanma Lillo en el
Sevilla, tiene un valor enorme", afirmó el sevillista, que, en otro orden de cosas, reveló que el mejor consejo de su carrera se lo dio
Quique Sánchez Flores cuando militaba en el
Getafe: "Me dijo que dejara de jugar en cuarta y en quinta, y que metiera la sexta".
Ya como curiosidades, señaló que le gustaría ser profesor de esquí si su profesión le dejase más tiempo y que si fuera director deportivo y tuviera mucho dinero para fichar, se haría con los servicios del madridista
Isco.