Alavés-Sevilla: El perdón se gana con pasos al frente

Flota en el sevillismo una mezcla de pesimismo y rabia. Y no sólo por el derbi, cuyas heridas siguen sangrando tras lo visto ante el Cádiz, pese a la clasificación.

A la espera de que Arias sea capaz de arreglar en lo que queda de enero la fallida planificación veraniega, con o sin comparaciones con Monchi, las sensaciones son malas, muy malas. Sólo el discurso de ‘seguir vivo en todas las competiciones’ las camuflan. Pero para poder seguir pronunciándolo no cabe otra opción que la victoria.
De hecho, lo acaecido ayer en el Bernabéu, donde casi todos rascan algo y el Sevilla hizo el ridículo, ofrece tanto una oportunidad como una obligación. Un triunfo en Vitoria permitiría a los nervionenses dar caza al conjunto blanco en la lucha por la cuarta plaza, aunque los de Zidane tienen un partido aplazado en Butarque con el Leganés. Pero un nuevo traspié, en cambio, dejaría sextos a los de Montella, a dos puntos del Villarreal.

El papelón del italiano es de órdago. Sin tiempo para inculcar sus ideas, con un partido cada tres días, su mano tiene que empezar a ser más palpable desde ya. Hasta ahora, apenas se han visto pinceladas: protagonismo de los laterales y ataques rápidos con pocos toques. Se percibe, incluso, mayor producción ofensiva. Pero urge dotar al equipo de equilibrio y rigor táctico para que no se rompa tan fácilmente y conceda tantas llegadas al contrario.

Hoy tendrá un duro examen ante un Alavés al alza. Porque viendo la clasificación nadie dudaría de quién es el favorito. Pero lo cierto es que mientras el Sevilla nada en un mar de dudas y acumula cuatro jornadas sin vencer (un punto de doce), los vascos, aún en descenso, han encontrado un sello reconocible con Abelardo y han comenzando a sacar la cabeza, con tres victorias en los cinco encuentros del ‘Pitu’.

Una prueba de fuego para un equipo que debe dar un paso al frente para ganarse el perdón de su afición. Quizás jugar lejos del tenso ambiente del Pizjuán les venga bien a los más frágiles de mente. Y esa precisamente es otra de las principales teclas que debe tocar Montella: recuperar anímicamente a unos jugadores que vienen rindiendo por debajo de lo esperado.

Apenas se salvan Banega y Ben Yedder. Pero se necesita a más gente para la causa y el napolitano parece tener clara su base, con el criticado Rico en la meta, con Kjaer y Lenglet en el eje o Navas y Nolito en los costados. Además, Pizarro podría volver tras su sanción para arropar más a un Nzonzi también señalado, mientras que Corchia se mantendría en el lateral derecho por su cariz ofensivo y en el zurdo, sin el tocado Escudero, Carole partiría con ventaja sólo porque Arana acaba de llegar.

Enfrente, la duda alavesista está en el relevo del lesionado Burgui: Medrán, Demirovic o Guidetti, que debutaría. Pero como bien dice Montella, el gran rival del Sevilla es el propio Sevilla.