Lo que antes era oscuridad, ahora es esperanza. La depresión sevillista se ha disipado y el pesimismo generalizado ha dado paso a la ilusión. La herida del derbi no se cerró en la visita copera del
Cádiz e incluso se agrandó con una paupérrima imagen en
Vitoria. Así, a ese nivel tan bajo, la temporada iba a ser larga, pero en cuatro días, el
Sevilla de
Montella no sólo ha recuperado las constantes vitales, sino que parece latir con más fuerza que nunca en esta campaña.
Dos victorias de peso a domicilio, en el casi inexpugnable
Wanda y en
Cornellà, han devuelto la sonrisa a una afición que despidió a los suyos con pitos en su última comparecencia en el
Sánchez-Pizjuán. El mensaje de esos silbidos fue recogido por el técnico italiano, que prometió trabajo para convertirlos en aplausos, con los cuales serán recibidos hoy él y los suyos.
Nervión será una caldera para alentar a su equipo en busca de unas semifinales de
Copa que estarían prácticamente en el bolsillo de no ser por el nivel del oponente, un
Atlético de Madrid herido que, aun sin el lesionado
Diego Costa, tiene dinamita de sobra para poder darle la vuelta al jugoso 1-2 de la ida.
Por ello, la felicidad sevillista pasa por mantener las virtudes de un bloque que ha resucitado gracias a un mayor orden táctico y a la recuperación de efectivos cuyo rendimiento estaba muy por debajo del esperado. Así, con las líneas más juntas, con mayor intensidad y solidaridad defensiva y con rápidos ataques resueltos con eficacia,
Montella parece haber pulsado la tecla adecuada para rescatar a jugadores como
Correa, Muriel, el 'Mudo' o Nzonzi.Detectado el problema y corregido en apariencia, el italiano, al contrario de
Berizzo y sus masivas rotaciones, no es amigo de tocar lo que funciona, por lo que se espera un once idéntico o casi al de las dos últimas citas, con
Rico fijo en la meta y Mercado incrustado como central en una defensa cantada.
En el centro, olvidado el experimento de
Mendizorroza, todo apunta a la continuidad del trivote de talento que forman
Nzonzi, Banega y el 'Mudo' Vázquez, mientras que el buen momento de
Sarabia y Correa aconseja a dejar esperando en el banquillo a Navas y Nolito. Se podría esperar una novedad en la punta con la inclusión de
Ben Yedder, por aquello de tener también enchufado a tu ´pichichi´, pero el partido quizás se adapte más a las características de
Luis Muriel y apunta a la titularidad.
Enfrente,
Simeone seguirá confiando en
Moyá bajo palos y en su último ensayo ofreció la duda de
Torres o Gameiro como relevo de
Costa. Un equipazo, pese a la baja del brasileño, que garantiza el máximo esfuerzo, el mismo que deberá mostrar un
Sevilla que ya está de pie y camina. Ahora, el movimiento hay que demostrarlo andando.