Análisis del Las Palmas-Sevilla FC

Inteligencia sin maldad

Inteligencia sin maldad
- Fernando Mateos
Fernando MateosFernando Mateos 2 min lectura
Nada hacía presagiar el epílogo de infarto. Pudo y debió ser una victoria cómoda. Pero la mala gestión de los últimos minutos sólo permitió amarrar los tres puntos con ayuda arbitral. Nada que ver ese final con la inicial lectura de partido de Montella, que inteligentemente, lejos de ordenar una presión adelantada, construyó la casa por los cimientos. Así, defendiendo con las líneas juntas, el Sevilla esperaba a Las Palmas en campo propio y cuando robaba, activaba una salida de balón limpia y rápida, con pocos toques.

Con los apoyos de Nzonzi y Pizarro, los nervionenses encontraban pasillos hacia la meta de Chichizola tanto por los costados como por el carril central. Ataques veloces que permitían llegar con muchos efectivos ante la falta de repliegue local, dibujando una superioridad que no se traducía sin embargo en el marcador. Se aprovechaban bien los espacios, pero faltaba elegir bien el último pase y eficacia en los remates, lo que provocaba la desesperación de Montella en la banda.

Su equipo sólo se iba al descanso 0-1. Muy poca renta para lo visto. Pero nada más salir de la caseta, los sevillistas sí castigaban a la primera el desastre defensivo de los de Jémez, levantando entonces el pie. Tanto, que en un partido que debía ser plácido, hubo que sufrir de lo lindo. Las Palmas se metía con un penalti a falta de diez minutos y la gestión sevillista de esa recta final fue paupérrima, regalando el balón y concediendo ocasiones, como la que acabó en gol mal invalidado, tras un saque directo del meta local en el último suspiro. Preocupante, pese al triunfo, que un rival tan limitado necesite tan poco para hacerle daño.
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