El regusto final dista de las sensaciones ofrecidas por un
Sevilla magistral en el desarrollo y timorato en el desenlace por un miedo al precipicio que no termina de arrancarse de su seno. Porque la inteligente lectura de
Montella y la soberbia aplicación sobre el césped durante más de una hora deberían haber servido para enviar un aviso al
Manchester United de cara a la emocionante cita del miércoles, con superioridad y un aprovechamiento extraordinario de las carencias canarias.
Sin embargo, su inocencia en los últimos metros y, especialmente, su descomposición cuando
Las Palmas resucitó por un error puntual, propiciaron un ocaso desangelado en el que
Iglesias Villanueva permitió el triunfo de los nervionenses y salvó tres puntos tan merecidos como vitales pero que dejan en el aire cierta sensación de preocupación más allá de los numerosos conceptos que desplegó con acierto e imagen de equipo serio, siempre el molde preferido de Montella.
Sólo dos cambiosAsí las cosas, el técnico introdujo dos novedades en el once con respecto al triunfo ante el
Girona y confirmó a
Pizarro como relevo del lesionado
Banega en detrimento de
Roque Mesa. Así, le entregó el carril zurdo a Layún para otorgarle descanso a
Escudero de cara a la cita de
Champions y le brindó a
Ben Yedder la oportunidad en la punta de lanza pese a que
Muriel se ha recuperado a tiempo.
Por lo demás, desplegó su once de gala, con la derecha con
Navas y
Sarabia, y
Nzonzi y el
Mudo como fijos en el centro del campo. Sobre el francés recaía el peso creativo con la colaboración de Pizarro, ambos cerca para asociarse y hallar el espacio en el adelantado entramado de
Las Palmas para conectar con la segunda línea. Hueco que halló el argentino en el minuto 3 con un pase filtrado a
Ben Yedder, que salvó la salida de
Chichizola pero que, ya sin portero y todo a favor, estrelló su disparo en
David García.
Era el reflejo de las facilidades que encontraría el
Sevilla para generar superioridades en los recuperaciones en campo propio y para plantarse en tres cuartos con numerosos efectivos por los deficientes repliegues amarillos, si bien, en esa zona, no elegían la opción correcta, faltaba intensidad y precisión para culminar.
Correa rompía por la zurda y se alió con
Sarabia para intercambiar roles en varios acercamientos como el disparo del madrileño parado por
Chichizola.
El
Sevilla controlaba sin esférico y transmitía sensación de peligro en cada arrancada, con 'Mudo' de enlace, a la espera de culminar su superioridad, lo que sucedió en el 35’, en otra ruptura con salida por banda en la que Sarabia encaró y quebró a
Aguirregaray y
Ben Yedder remachó el despeje de
Chichizola. 0-1. El premio se había demorado y pudo ser mayor antes del descanso, pues los nervionenses se desenvolvían con prestancia entre las costuras descosidas de
Las Palmas y
Ben Yedder dispuso de dos ocasiones más para sentenciar. El desarrollo apuntaba a un resultado más abultado, pero la ausencia de ‘punch’ exigía rematar en la reanudación, ya con Sandro en el césped por las molestias de
Correa.
Y, fruto de que mantuvo la concentración, no tardó en hacerlo, merced a una acción colectiva iniciada con un pase al espacio de
Sandro a
Ben Yedder, hábil para revolverse y dejar el balón al 'Mudo' para que sirviera una asistencia medida a
Sarabia, siempre en el sitio, siempre presto para marcar la diferencia. 0-2 en el 50'. Triunfo encarrilado con justicia y sustentado en un esmerado trabajo defensivo, tanto por la cohesión en la contención, arropado y solidario, como en la seguridad de una retaguardia plena de coberturas y contundencia.
Sobre esta base vital, los de
Montella construyeron contragolpes meteóricos, con múltiples efectivos, como el lanzado por
Nzonzi y culminado por él mismo tras servicio de
Franco Vázquez -Chichizola despejó a córner-. Bastaba ya con prolongar la tensión pero, empeorado con los cambios, el Sevilla apartó un poco el pie del acelerador y una acción aislada con un penalti infantil de
Layún generó incertidumbre y evidenció de nuevo que al
Sevilla le cuesta gestionar esta situaciones, hasta el punto de que necesitó un error arbitral en la última acción del choque para conservar el triunfo.
No en vano, invalidó un gol de
Gálvez por fuera de juego inexistente en una jugada muy mal defendida por los hispalenses. Habría sido un castigo injusto para un Sevilla que debe mejorar cuanto antes este defecto y que, pese al susto, consolida su reacción en la Liga.
Ficha técnica:
1. UD Las Palmas: Chichizola; Míchel Macedo, Gálvez, David García, Aguirregaray; Peñalba (Ezekiel, min. 42); Jairo (Tana, min. 46), Etebo, Jonathan Viera, Nacho Gil (Halilovic, min. 58); y Calleri.
2. Sevilla FC: Sergio Rico; Jesús Navas, Mercado, Lenglet, Layún; Nzonzi, Pizarro; Sarabia, Franco Vázquez (Roque Mesa, min. 76), Correa (Sandro, min. 43); y Ben Yedder (Escudero, min. 86).
Goles: 0-1, min. 35: Ben Yedder.
0-2, min. 50: Sarabia.
1-2, min. 82: Calleri, de penalti.
Árbitro: Ignacio Iglesias Villanueva (Comité Gallego). Mostró tarjeta amarilla a los jugadores locales Peñalba (min. 24) y Jonathan Viera (con el partido finalizado), y a los visitantes Pizarro (min. 29), Nzonzi (min. 72), Lenglet (min. 78) y Roque Mesa (min. 90).
Incidencias: partido de la vigésima cuarta jornada de LaLiga Santander, disputado hoy en el Estadio de Gran Canaria ante 19.161 espectadores, según cifras oficiales. Realizó el saque de honor Ana Suárez, reina del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria 2018.
Álvaro Palomo7 min lectura