Soñar despierto es completamente lícito. Casi el apéndice de un guión escrito para erigirse en protagonista en un escenario mítico. Porque el
Sevilla construyó ayer una realidad en la que se diluyó la supuesta superioridad del
Manchester con una puesta en escena de
Champions, con el brillo colectivo de un equipo que funciona como una coral y renunció al papel de secundario que muchos le habían asignado con seriedad y un control real del partido ante un rival que, eso sí, se escapó con vida en pleno recital sevillista de seriedad, clarividencia y ocasiones. Habría bastado un mínimo de picardía arriba para presentarse en tierras inglesas con la ventaja que mereció, mas los nervionenses no terminan de celebrar lo que generan por su déficit en la definición. No obstante, tampoco concedió atrás y cumplió un objetivo vital: no encajar. El resultado pudo ser mejor, sí, pero unido a las sensaciones, supone un aval para creer en la hazaña.
Fiel a su onceComo era de esperar,
Montella se decidió finalmente por
Correa, entre algodones desde el sábado, para conformar su once de gala merced a la recuperación de
Banega ante un
Manchester United que sí introdujo novedades llamativas, como la entrada del joven
McTominay por
Pogba en un once con acento español por la presencia de
De Gea, Ander Herrera y
Mata en detrimento de
Martial.
Mourinho reforzaba así el centro y acumulaba hombres en su propio campo para minimizar espacios y sugerir al
Sevilla que tomara la iniciativa. Invitación aceptada con matices, mediante la posesión pero sin asumir riesgos en la circulación y vigilando su espalda. Esta consigna la aplicó con intensidad en el arranque, con filtraciones a la segunda línea y aperturas a banda en busca de Correa, muy activo desde el inicio, y de Navas, lanzado en la diestra, e incluía intentarlo siempre que se pudiera, como hicieron
Muriel,
Banega o el palaciego con lanzamientos desde fuera. La réplica inglesa llegó como se esperaba, con una recuperación y pase filtrado intervenido a última hora por
Navas y un centro a la espalda de
Mercado que
Lukaku remató alto. Era el plan del
Manchester, solidez y latigazo, propiciando una batalla de tuya y mía en la zona ancha en la que el balón correspondió más a los locales, guiados por un
Banega perseguido por
McTominay. El
Sevilla sabía lo que quería y lo ejecutaba desde el orden y la flexibilidad en las vías para aproximarse a
De Gea, porque cuando no había espacios para asociarse, elegía el juego directo, lo que permitió a
Correa encarar a su defensor en el área y disparar a las manos de
De Gea. El creciente dominio blanquirrojo empezó a escaparse del control del
United, con
Pogba desde 17´ por lesión de
Ander Herrera y empujado hacia su área, hasta el punto de que el 'Tucu' volvió a recibir de
Banega en posición franca, a lo que respondió con reflejos
De Gea, soberbio y determinante al borde del descanso con una mano prodigiosa a cabezazo a bocajarro de
Muriel. Habría sido el premio merecido para un
Sevilla volcado en el ocaso del primer acto pero al que le faltó la definición para marcharse al vestuario con ventaja.
Este oportunidad perdida no menoscabó la confianza de los sevillistas, que afrontaron la reanudación igualmente concentrados y ya avisaron a los dos minutos con otro pase elevado de
Banega rematado arriba por
Muriel. Circulaba con seguridad, siempre con apoyos, y sin el esférico encimaba en las recuperaciones inglesas y se replegaba con rapidez para esperar sin fisuras al
Manchester, incómodo en todas las facetas y que veía como el
Sevilla prolongaba la sensación de peligro y percutía sobre su portería con disparos fuera de
Mudo, Muriel y Correa, y un cabezazo blando de
Lenglet. La lectura sobre la marcha del partido era tan acertada como la aplicación, ampliando el campo para abrir a los 'Red Devils' y llegando con numerosos efectivos, pero se resistía la puntilla, la maldad que le faltó a Sarabia en un cabezazo franco a centro de
Muriel. La misma que no tuvo
Sandro antes de que
Navas fuera derribado por
Pogba en una acción protestada. Es el único reproche para un
Sevilla que oscureció al
Manchester y viaja a
Old Trafford con su meta a cero y la certeza de que posee argumentos para consagrarse en el
Teatro de los Sueños y hacer historia.
- Ficha técnica:
0 - Sevilla: Sergio Rico; Jesús Navas, Mercado, Lenglet, Escudero; Nzonzi, Banega (Pizarro, m.89); Sarabia, Franco Vázquez, Correa; Muriel (Sandro, m.85).
0 - Manchester United: De Gea; Valencia, Smalling, Lindelof, Young; Mctominay, Matic; Ander Herrera (Pogba, m.17), Mata (Martial, m.80), Alexis (Rashford, m.75); Lukaku.
Árbitro: Clement Turpin (Francia). Amonestó al local Nzonzi (m.21) y al visitante Alexis Sánchez (m.41).
Incidencias: Partido de ida de los octavos de final de la Liga de Campeones, disputado en el Ramón Sánchez Pizjuán ante unos 40.000 espectadores, entre ellos unos 3.000 ingleses. Césped en perfecto estado. En el palco estuvieron la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, el seleccionador español, Julen Lopetegui, y los míticos exjugadores del United Bobby Charlton y Alex Fergusson, entre otras autoridades.