Decisión salomónica para la final de Copa del Rey

Decisión salomónica para la final de Copa del Rey
Sevilla y Barcelona, sobre el césped del Vicente Calderón, antes de la final de 2016. - A.T.
Aitor TorviscoAitor Torvisco 2 min lectura
U no de los debates (menores) de la final de la Copa del Rey es conocer quién será el equipo que ejerza como local, ya que si bien en la final de 2016 disputada en el Vicente Calderón por los mismos clubes lo fue el Barcelona, es cierto que los estatutos del Sevilla todavía no recogían la fundación del Sevilla el 25 de enero de 1890, nueve años antes del nacimiento de los culés y baza para que en la cita del próximo 21 de abril en el Wanda Metropolitano se inviertan los papeles.

En este sentido, El Periódico de Catalunya informa hoy de una solución salomónica que habría tomado ya la RFEF para intentar contentar a los dos finalistas.

Esta decisión pasa por hacer que la final sea Sevilla-Barcelona y que, por lo tanto, el nombre de los nervionenses aparezca en primer lugar en los carteles y publicidad del choque, pero que el cuadro azulgrana ocupe el vestuario del equipo local en el Wanda, como detalle al vigente campeón y club más laureado del 'Torneo del K.O.', con un total de 29 títulos, los tres últimos, consecutivos.

Al fin y al cabo estos dos leves privilegios -aparecer primero en los carteles y usar el vestuario principal- son los únicos que hay en juego, ya que, al no existir coincidencia de colores en las primeras equipaciones, ambos equipos podrán lucir los habituales: de blanquirrojo los de Montella y de azulgrana, los pupilos de Ernesto Valverde.
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