Kjaer, el reto de cristalizar en números la mejoría

Kjaer, el reto de cristalizar en números la mejoría
- Álvaro Palomo
Álvaro PalomoÁlvaro Palomo 3 min lectura
Óscar Arias realizó una apuesta vehemente por él en verano, con el mayor desembolso de la historia en un central, y, por ahora, Kjaer no ha superado esta losa económica, lastrado en parte por las lesiones y también por los resultados con él sobre el campo. Porque, más allá de las sensaciones, los números dictan una realidad que cuestiona las prestaciones del danés, ya que, con él en el once titular, el Sevilla presenta un saldo negativo, con cinco triunfos, dos empates y ocho derrotas, lo que se agrava considerablemente si se fiscalizan los últimos siete partidos de Liga en los que ha sido de la partida, ya que los blanquirrojos sólo han ganado uno de siete y sufrido cinco derrotas.

Desde que llegó Montella al banquillo, ha incluido en su alineación liguera al internacional con Dinamarca en cuatro ocasiones, con un balance de tres encuentros perdidos y un triunfo contra el Málaga. El italiano empezó confiando en él pero su lesión tras caer contra Betis y Alavés le envió a un segundo plano ante la potente irrupción de Mercado como central junto a Lenglet, lo que provocó que no recuperara su sitio una vez que superó sus molestias y que quedara relegado a la suplencia. El Sevilla mejoró sensiblemente atrás con esta fórmula, si bien el apretado calendario le brindó una nueva oportunidad un mes y medio después de su última titularidad, ante el Málaga en La Rosaleda.

Kjaer firmó una destacada actuación junto a Lenglet, sólido por arriba y siempre bien situado, que le permitió lavar su imagen y situarle como una alternativa para la zaga. Este repunte no le abrió las puertas del once en los dos siguientes choques ligueros pero sí lo confirmó en una cita tan exigente como la de Old Trafford, donde, por la ausencia de laterales, Montella apostó por él para el centro de la retaguardia.

El danés demostró que alberga más recursos de los que había enseñado hasta el momento y que estaba capacitado para grandes citas en un equipo como el Sevilla. No obstante, su calvario numérico reapareció en su segunda cita consecutiva como titular, ante el Leganés, pues el Sevilla cayó en Butarque y empeoró aún más sus estadísticas en un partido en el que rindió por debajo de lo exhibido ante el Manchester pero en el que tampoco cometió errores importantes. Y es que su mejoría precisa concretarse en resultados.
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