Polster: "Setién era un fenómeno como jugador; lo tenía todo"

Polster: "Setién era un fenómeno como jugador; lo tenía todo"
Uno de los míticos Logroñés de Primera, con Polster, Setién, Lopetegui, Abadía, Poyatos o García Pitarch. - C. P.
Carlos PérezCarlos Pérez6 min lectura
Han pasado, sobre todo en la época más reciente, la dorada, muchos delanteros de nivel por el Sevilla, pero siempre se situará entre los mejores de sus historia a Anton Polster (10-03-64). Entonces, algo inimaginable en estos tiempos, tras ser golear como blanquirrojo (sólo Hugo Sánchez firmó más tantos que él), se marchó al CD Logroñés y, posteriormente, al Rayo Vallecano

Polster ha concecido una entrevista a la Revista Líbero, en la que elogia a David Vidal, "un erudito", y al ahora entrenador del Betis, Quique Setién, con quien jugó en Las Gaunas. Le maravilla cómo jugaba el cántabro: "Era como si fuese el entrenador, pero dentro del campo". 

- ¿Quién es el mejor '9' del mundo?
- Podemos ver goleadores completos como Messi, Neymar, Ronaldo pero son medias puntas con mucho gol, no son referentes de área. Yo fui un clásico 9... por eso me gustan mucho Lukaku, Suárez y Cavani. Los dos últimos son determinantes. Es una tremenda suerte para un país tan pequeño como Uruguay tener tan tremendos delanteros.

- ¿Con cuál te identificas más?
- Con Luis Suárez, mi juego era muy parecido al de él. Cavani puede jugar muy bien por las bandas, hacer diagonales, bajar un poco más. Cuando yo era joven, tuve experiencias de jugar por las bandas, pero ya con más experiencia me fui metiendo más en el área. Me gusta ser el referente. Creo que Suárez usa muy bien su eje central, tal como lo pude hacer yo en mi época.

- ¿Qué tiene que tener un delantero para ser Bota de Oro?
- Marcar goles con las dos piernas de la misma manera. Eso te aporta una cantidad de variables interminables. Y si a eso le sumas el golpeo de cabeza y el lanzamiento de penaltis y de faltas, te vas transformando en un atacante muy completo. Tirar penaltis es muy difícil, pero yo siempre quise tirarlos, porque me ayudaron siempre a acortar sequías.

- ¿Tuvo sequías?
- ¡Todo delantero para por ellas! Y yo tuve varias. Para mí no marcar en tres o cuatro partidos ya era una sequía. Hoy, muchos delanteros no tiran penaltis, los hacen otros, los centrocampistas. Por miedo o respeto. Pero un atacante completo debe ser capaz de sobreponerse en la plantilla y tirarlos.

- ¿Recuerda el penalti que le pitaron fuera del área en Camp Nou?
- Por supuesto. Si vemos las imágenes, fue mal pitado. Pero esas son las cosas divertidas y hasta anecdóticas del fútbol... Era la temporada 88/89 y yo estaba en Sevilla. Cogí la pelota y marqué el gol. Lo demás es historia. No fue fácil, porque necesitábamos ganar, había mucha presión.

- ¿A eso se refería con ser un delantero con personalidad?
- No me gustan esos delanteros que no toman esa responsabilidad. Creo que es hasta una obligación, porque ser delantero es vivir del gol y el penalti es una puerta al gol contínua. En ese sentido, Suárez no tira penales, los hace Messi. Tiene personalidad, pero hay jerarquías. Messi es Messi... En ese punto, es cierto. Por ejemplo Maradona tiraba los penaltis. Y hoy Messi es el mejor de esta época, los tira él.

- ¿Cuál fue el mejor futbolista español con el que jugó?
- Quique Setién era un fenómeno. Lo tenía todo. Fue poco valorado para el talento que tenía. Demasiado bueno para el Logroñés. Era un talento completo, hacía goles, tiraba penaltis, faltas, daba pases gol, hacía jugar al equipo. Todos jugaban mejor cuando estaba en el campo. Cuando él no estaba, se sentía mucho. Así lo hizo en todos los equipos en los que lo vi. Además, yo tenía mucha cercanía en el campo, pues él era el centrocampista que me suministraba el fútbol. Era un estratega, era como si fuese el entrenador, pero dentro del campo.

- ¿Qué técnico te marcó?
- Tuve muy buenos entrenadores, pero en España me marcó David Vidal en el Logroñés. Su trato, su sabiduría, su experiencia. El tipo sabía de todo, no sólo de fútbol, era un erudito, un estudioso. Y me hacía mucha gracia también, porque siempre me ponía como ejemplo en el vestuario y en las charlas técnicas... “!Mirad chavales a este Toni Polster! ¡Este sí que tiene hambre de gol! ¡Mirad cómo entrena! ¡Cómo pelea cada balón! ¡Mirad cómo chuta! ¡Eso es lo que quiero en mi equipo!...” . Me hacía gracia su energía. Ese tipo era un motivador.
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