Celta 4-0 Sevilla F.C.: Engullido por su espiral negativa

Celta 4-0 Sevilla F.C.: Engullido por su espiral negativa
Los jugadores del Celta celebran el primer gol ante la desesperación de Carriço y Pizarro. - Álvaro Palomo
Álvaro PalomoÁlvaro Palomo 9 min lectura
Un bucle desesperante. El mismo partido disputado una y otra vez. Con un problema detectado pero sin aparente solución a estas alturas. Condenando al sevillismo a revivir un día de la Marmota insufrible, minado por una ausencia de pegada imperdonable para una plantilla multimillonaria y agravado por la fragilidad psicólogica de un equipo acostumbrado a claudicar cuando la situación se encona. Porque, como en tantos otros citas con Montella al frente, el Sevilla generó peligro, evidenció conceptos trabajados, pero erró en lo básico, como siempre, y la fortuna nunca suele aliarse con los que perdonan en las áreas. Así, un nuevo gol en propia empujó a los nervionenses a un abismo conocido, en el que rematan al centro y casi cada llegada del rival acaba en sus redes. Un infierno que compromete seriamente sus opciones europeas, casi nulas con sus números actuales, pleno de goleadas en contra y si no voltea una situación de la que, al margen de los errores individuales, tiene mucha culpa el técnico italiano.

De hecho, Montella no dijo toda la verdad cuando avisó antes de ofrecer la lista de que no rotaría demasiado con respecto al Bayern, pues sí que realizó modificaciones muy llamativas, sobre todo atrás, con una zaga completamente distinta a la de gala, con la entrada de Layún por Navas en la derecha y la esperada de Arana en la izquierda al dejar a Escudero en la capital hispalense. Sin duda, la variación más sorprendente se produjo en el centro de la defensa, al sentar en el banquillo a Lenglet en favor de un Carriço que acumulaba seis meses y medio sin pisar el terreno de juego. Una apuesta muy arriesgada, y más sin el respaldo en el césped de ninguno de los más habituales en la zona trasera.

Por delante sólo devolvió al equipo a Banega, aunque no en el doble pivote junto a Nzonzi, sino un paso al frente para otorgar un descanso a Franco Vázquez en la media punta y que Pizarro repitiera en el eje junto al francés para fortalecer la medular, mientras que arriba la ausencia en la lista de Muriel había dejado la clara la presencia de Ben Yedder. En un principio, el franco tunecino estaba flanqueado en la izquierda por Correa pero molestias de última hora del argentino le abrieron la puerta del once a Sandro, conformando carril siniestro inédito.

Con estas piezas, el Sevilla arrancó con la consigna transparente por si fallaban los automatismos, juntos en la resta y sin asumir riesgos en la salida ante la impetuosa presión arriba de un Celta en el que Aspas partió como referencia. No dudó a la hora de jugar en largo, aunque los continuos apoyos permitían a los nervionenses a jugar en corto y hallar espacios con paredes o combinaciones cortas. Este entendimiento propició salidas rápidas desde atrás con metros para correr, transición muy interiorizada por el equipo a la que faltó una decisión correcta en el último pase para definir, como a Sandro, muy activo desde el inicio, en un mano a mano con Sergio Álvarez. Esta acción vino precedido de un robo fruto de una presión selectiva que el Sevilla ejecutó con precisión sin sufrir luego en el repliegue, siempre muy ordenado como viene ocurriendo desde hace un tiempo.

El espacio dejado por el 'Mudo' se lo repartían los de arriba, con Ben Yedder ejerciendo de pantalla, mientras Banega, sobre el papel en esa posición, buscaba el balón en estático para iniciar el juego con la ayuda del doble pivote, siempre en busca de acciones verticales, como la que terminó con disparo alto de Layún. El Celta no se encontraba cómodo y ni siquiera había inquietado, pero tampoco lo necesitó para golpear a los nervionenses, pues en una acción aislada Kjaer despejó hacia su portería, Soria la salvó y el rechace lo introdujo dentro Arana. Tercer gol consecutivo en propia puerta, otra vez con el encuentro controlado, y, además, con Wass en fuera de juego. Varapalo.

Y paradón en la siguiente acción de Soria a remate de Aspas para evitar la sentencia antes del descanso. Intervención a la que respondió Sergio Álvarez con un alarde de reflejos a un disparo de Sandro desviado por un zaguero. Un partido más se resistía el gol para premiar una propuesta trabajada y se veía obligado en la segunda parte a superar una de sus asignaturas pendientes, sobreponerse a un resultado adverso.

Difícil tarea cuando en el arranque de la reanudación, reflejo de la capacidad para generar de los hispalenses, Ben Yedder recibió de Sarabia en posición franca y definió con un tiro a los pies del meta vigués. Poco después, Sandro desbordó a su par pero el franco-tunecino no logró controlar su remate en el área.


La efectividad decide
Tanto perdonar le costó caro de nuevo, ya que, en una ocasión muy similar a la de Ben Yedder, Aspas cruzó lo suficiente el esférico para superar a Soria y hacer el 2-0. Decidía la efectividad. La convicción de cara a portería. La que le sobró de nuevo al exsevillista para rentabilizar un grosero error en la salida del portero nervionense para finiquitar el choque cuatro minutos después.

Con el 2-0 había reaccionado Montella con la entrada del 'Mudo' por Pizarro -antes del ecuador Lenglet ocupó el lugar del lesionado Kjaer- pero el tercer tanto inmediato invalidó este movimiento. Porque, a partir de ahí, se prolongó la impotencia sevillista en el área contraria, con resoluciones impropias de profesionales y surgió el típico abatimiento del equipo ante la adversidad, traducido en el esperpento que tantas veces ha sufrido el sevillismo esta temporada, con el cuarto gol del Celta, empujado nuevamente en propia meta, y la posibilidad de la 'manita' salvada por David Soria. Otra decepción con el consecuente lastre anímico para un Sevilla que buscará el milagro en Bayern engullido por su propia espiral negativa.

- Ficha técnica:

Celta: Sergio; Hugo Mallo, Rocanglia, Sergi Gómez, Jonny (Cabral, min. 76); Lobotka, Wass (Radoja, min. 73), Hernández (Boyé, min. 82); Brais Méndez, Sisto y Iago Aspas.

Sevilla FC: Soria; Arana, Carriço, Kjaer (Lenglet, min. 39), Layún; Pizarro, Nzonzi; Sandro (Vázquez, min. 57), Banega, Sarabia (Nolito, min. 71); Ben Yedder

Goles: 1-0 Arana (pp), min. 39; 2-0 Aspas, min. 57; 3-0 Aspas, min. 60; 4-0 Aspas, min. 79

Árbitro: Álvarez Izquierdo (colegio catalán). Amonestó a Jonny por parte del Celta de Vigo, y a Pizarro y Banega por parte del Sevilla.

Incidencias: Partido correspondiente a la trigésimo primera jornada de la Liga Santander disputado en el estadio municipal de Balaídos ante 16.919 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en memoria del exjugador del RC Celta Antonio Pais.
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