Jesús Gil Manzano vivirá este sábado su segunda final de la Copa del Rey. Igual que hace dos años,
será con los mismos equipos finalistas, Sevilla y Barcelona,
y también en el estadio del Atlético de Madrid, aunque no el Calderón sino el Metropolitano.
No obstante, esta vez
lo hará como árbitro principal y no como cuarto árbitro, papel que desempeñó el 22 de mayo de 2016 y que intercambiará con el madrileño Carlos del Cerro Grande, encargado de aquella final entre sevillanos y barcelonistas, con quien comparte rol destacado y que tiene proyección de futuro en el arbitraje español.
La final de Copa corona la
sexta temporada en Primera del extremeño, en la que Gil Manzano ha gozado de la confianza del comité de designaciones para partidos complicados y delicados.
Los derbis catalanes y andaluces, el copero Real Madrid-Leganés, que supuso el adiós blanco a esta competición en su casa, y el decisivo
Barça-Atlético de Madrid de la jornada 27 de LaLiga el pasado 4 de marzo, cuando a ambos les separaban cinco puntos, son buena muestra de ello.
Aquel día, un gol de Leo Messi a los 26 minutos dio la victoria a los de Valverde y estiró a ocho la ventaja de puntos del Barça, tras un partido en el que Gil Manzano amonestó al argentino, a
nuló un gol a cada equipo por fuera de juego y los azulgranas le reclamaron penalti en una acción de Saúl sobre Coutinho que no señaló.
Ese fue su último encuentro con el Barça, al que había pitado un mes antes en una
visita al Espanyol (1-1) que tuvo un final sonado. Los tres puntos se los llevó el Barça con un gol in extremis de Piqué, con el que su equipo encadenó 22 jornadas seguidas sin perder, y con el gesto del defensa mandando callar a la grada que abrió una nueva polémica.
El azulgrana defendió su actitud por los insultos dirigidos a su familia desde la grada, en un encuentro que se jugó después de que el Barça dejara fuera de la Copa al club vecino y después de que los espanyolistas consideraran despectivo que el internacional hablara del
"Espanyol de Cornellá".
La coincidencia más reciente con el Sevilla fue a principios de año, c
uando el italiano Vincenzo Montella se estrenó en el banquillo para debutar en un derbi tras la destitución de Eduardo Berizzo. El 3-5 (2-2) a favor del Betis rompió la máxima de "a nuevo entrenador, victoria segura" y Gil Manzano firmó un acta de ocho goles y nueve amarillas.
El extremeño (Don Benito, 1984), que es
internacional desde 2014 y fue el
tercer árbitro con mejor puntuación de la pasada Liga, detrás del canario Hernández Hernández y el madrileño Del Cerro Grande, acumula una
treintena de partidos internacionales: 13 de Liga Europa, 3 de Champions, uno de la Champions juvenil y 13 de selecciones.
Los tres últimos de clasificación para el
Mundial de Rusia, Lituania-Malta (2-0), Turquía-Finlandia (2-0) y Georgia-Gales (0-1) esta temporada, en la que la UEFA le encomendó el Anderlecht-Celtic (0-3) y el Benfica Basilea (0-2) de la fase de grupos de la Liga de Campeones.
AEK-Brujas (3-0), Lazio-Niza (1-0), Atalanta-Dortmund (1-1) y Dinamo Kiev-Lazio (0-2) de la
Liga Europa son los últimos añadidos al currículum de un árbitro con importante proyección, que hizo el ensayo previo de la final copera en el
Atlético-Levante (1-0) de hace unos días y que vivió la
Eurocopa de Francia de hace dos años como juez de área del equipo que capitaneaba Carlos Velasco Carballo.